lunes, 25 de noviembre de 2024

Claves para una universidad excelente

Hace unos días hablaba con profesores de la universidad pública, en el marco del doctorado, sobre las diferencias entre la gestión de la universidad pública y la privada. Y eso que no nos metimos a hablar de las diferencias con universidades de otros países...Pero el caso es que, como hoy en Comillas se renueva el equipo directivo, me apetecía volver a insistir en los aspectos fundamentales que hacen a una universidad excelente. En mi opinión, para lograr esto hacen falta tres elementos:

- una buena política de atracción de talento, porque el talento es al fin y al cabo el alma de la universidad. Esto a su vez se puede dividir en tres:
    - atracción de los mejores profesores/investigadores a nivel global: abandonando la endogamia, abrazando la internacionalización, creando estructuras atractivas para ellos (el dinero no es necesariamente lo más importante), y fichando bien, y promocionando mejor.
    - atracción de los mejores alumnos: que a su vez pasa por tener muy buenos profesores, pero también, por la flexibilidad en el diseño de programas, y por un programa de becas muy fuerte (porque desgraciadamente no muchos pueden pagar el coste real de una buena universidad - la pública cuenta con becas implícitas, las que subvencionamos todos)
    - atracción del mejor personal no docente, y con esto quiero señalar que no basta con el mejor personal de apoyo y servicio a los docentes, el tradicional PAS...sino también cargos directivos (véase a continuación); y a todos ellos hay que darles una carrera profesional atractiva.

- un sistema moderno de gestión, apoyado fundamentalmente en el personal no docente: los profesores e investigadores deben ser buenos dando clase e investigando; pero pedirles que hagan bien el trabajo directivo o administrativo es bastante poco efectivo (y muchas veces muy caro). Y cada vez más este trabajo tiene un mayor peso. Por tanto, es esencial revertir la estructura habitual de las universidades españolas, con mayoría de docentes y un PAS al que se considera un segundo escalón. En las buenas universidades americanas el personal no docente supone más de un 60%, no es un mal objetivo.

- el tercer elemento, que lo liga todo, es el sentido de misión. Las buenas universidades tienen un propósito muy claro, que no es ganar dinero, sino contribuir a mejorar el mundo. Cuando los alumnos, profesores y personal no docente comparten esta misión, los resultados se multiplican. Esto en Comillas afortunadamente creo que lo traemos de serie...

Muy relacionado: Antonio Cabrales y Juanjo Ganuza acaban de coordinar este libro para Funcas cuya lectura recomiendo a todos los gestores de mi universidad.

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