lunes, 28 de agosto de 2017

Un consejo para escribir: Pero, ¿y qué?

Esta es la pregunta que según esta editora, Theresa MacPhail, nos deberíamos hacer cada vez que escribimos un paper. ¿Cuál es nuestro argumento?¿Por qué es relevante?¿Somos capaces de concluir algo interesante sobre nuestra hipótesis? Porque, si no, mejor pasamos a otra cosa. Totalmente de acuerdo con ella.

Y en este sentido, aprovecho para enlazar un artículo con la misma idea, pero algo más detallado. El pdf del artículo que citan no está disponible pero sí la lista de referencias, a las que por supuesto se puede añadir, al menos para economía, los dos clásicos de McCloskey.

ADD: Y añado esto tan bueno que me manda Checa

Anoche justo empecé a leer un libro que ha escrito un buen amigo recopilando sus artículos periodísticos. Empecé por uno dedicado a las razones para escribir: "Si lo que escribimos es respetuosamente verdadero, crecemos nosotros al escribirlo, crece la comprensión de nosotros mismos y de las cosas a nuestro alrededor...".

Ahí va un buen recopilatorio de razones para la escritura:

1 comentario:

Fernando Leanme dijo...

A veces UN escribe para alardear, para que la gente sepa que uno sabe mucho sobre un tema y así le den trabajo de consultor. Mi hermana escribía porque en biotecnología hay que hacerlo y ayuda mucho si te citan. Yo tengo un amigo que escribe mucho porque eso lo ayuda en su carrera dentro de la empresa donde trabaja (les dan crédito por hacerlo).

A veces uno sabe tanto sobre un tema que no puede escribirlo porque eso le da ventaja a la competencia. Mucho de lo que se sabe sobre ciertos temas no se habla.

Yo puedo escribir mucho sobre fracasos que tuve, o los que vi hacer sin intentar pararlos, pero no me deja el orgullo.

Aunque supongo que de todas maneras no importa porque a la gente le gusta mucho repetir errores. Por ejemplo los venezolanos dejaron que un señor llamado Chavez, muy admirador de Fidel Castro y de Marx, les metiera un gobierno cuya intención era convertirlos en "Cuba con mucho petróleo". Y miren lo que se ve ahora. Yo se lo advertí a economistas muy sofisticados y gente que debía saber lo que venía, pero no me escucharon.