El otro día, en mi curso de Teoría de la Decisión, decía que lo más importante para resolver un problema es identificarlo adecuadamente. Eso mismo hicieron los creadores del Nest, preguntarse qué tenía que hacer un termostato (y no obsesionarse con hacerlo más complicado). Aquí está su historia, que también resulta muy interesante por cómo enfocan el problema del ahorro energético, y por su filosofía empresarial (puestos a señalar detalles, también me gusta leer otra prueba de que en EEUU la universidad y la empresa están conectadas como corresponde, como en el ejemplo de Matsuoka).
Y hablando de filosofías empresariales a alabar, otra de la que también he escrito otras veces, el caso Whole Foods.
En mi opinión, estos son los verdaderos casos de emprendimiento social, y las empresas de las que tenemos que aprender.
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