Hoy estoy disfrutando del EPRG Winter Seminar, en un Cambridge al que no volvía desde hacía ya 7 años...
Un gusto volver a pasear por sus calles, y escuchar las muy interesantes discusiones que se están produciendo, en particular sobre efectos distributivos de la transición, o sobre la nueva geopolítica. Un buen regalo previo a la Navidad.
Una convocatoria que puede ser muy interesante para los investigadores con interés por generar impacto en las políticas públicas (que somos muchos). Con muchos retos muy interesantes. La cuestión es si ese asesoramiento científico, tan necesario en mi opinión, es compatible con las urgencias políticas, y sobre todo, con las electorales. Por ejemplo, me parece muy interesante encontrar un reto sobre Evaluación de medidas fiscales españolas en materia de descarbonización, cuando hay un Libro sobre la Reforma Fiscal que trata abundantemente la cuestión, y que sigue en un cajón...¿será que se buscan otros resultados? También me ha resultado curioso el de la efectividad de las subvenciones al transporte público...será porque no hay evidencias...
Un concepto que hacía mucho que no utilizaba (desde cuando trabajábamos en electrificación rural), pero que vuelve como forma de tratar de recuperar el control sobre la tecnología, también en países desarrollados. Interesante.
Un artículo curioso. Lo malo es que la eficiencia del ciclo es del 27%, peor incluso que la del hidrógeno (35%), y por supuesto que la de los bombeos (70%) o las baterías (o una masa de hierro movida por un motor eléctrico, como siempre propone Antonio Soria). Así que no sé cuánto futuro tiene esto...salvo el apuntar a reacciones químicas que podrían tener potencial si son capaces de mostrar eficiencias mayores. Yo al menos personalmente creo que todavía no hemos explorado todas las posibilidades de la química para ayudarnos en esto.
En mis charlas sobre sostenibilidad siempre digo que las dos principales amenazas (no las únicas, evidentemente) para el desarrollo sostenible son la desigualdad y el cambio climático. También son, consecuentemente creo, temas muy habituales en mi blog.
Por eso no me sorprende esta iniciativa de algunos economistas famosos para situar la desigualdad en la agenda al nivel del cambio climático. Lo que me sorprende es que, a la vista del limitado éxito del IPCC en la lucha contra el cambio climático, insistan en esa aproximación que se ha visto que no ha funcionado demasiado. Aunque sí incluyen al G-20, que es seguramente una vía más efectiva.
En todo caso, me parece que la desigualdad y el cambio climático son problemas muy distintos en cuanto a sus soluciones: el cambio climático es un problema de largo plazo, en el que hay pocos incentivos para actuar ya. En cambio, la desigualdad sí se percibe de forma inmediata, y por tanto tiene mucha más rentabilidad electoral. Otra cosa, claro, es que sea fácil de arreglar...
Varias lecciones de este artículo:
- Primera, que la industria manufacturera empieza a darse cuenta de los problemas de las tarifas, CBAMs y demás aplicados sólo a los productos básicos, algo que ya habíamos advertido hace ya tiempo: por supuesto, cuando aplicas este tipo de aranceles o medidas de protección, todo se encarece (también la cesta de la compra)
- La segunda es que los lobbistas también usan un lenguaje similar al ese de los políticos del que hablaba ayer (normal que todos hablen el mismo lenguaje para entenderse bien :)): No explican que, si se extienden las medidas de protección a toda la cadena, todos los precios suben también...
- Y una tercera: que cada vez es más frecuente encontrar en múltiples medios, incluso los que presumen de independencia, artículos de parte. Supongo que es la forma que tienen de sobrevivir económicamente, pero...
En el último número de Papeles de Energía incluimos dos trabajos premiados en el último congreso de la AEEE, y el resumen del reciente Foro bp de Energía y Sostenibilidad. Como siempre, copio el editorial:
