miércoles, 3 de enero de 2018

Deaton, sobre desigualdad e injusticia

Hace unos meses comentaba yo una entrada de Mankiw sobre esta cuestión, y ahora Angus Deaton, una fuente con verdadera autoridad en esto, señala de verdad dónde están las cuestiones por las que preocuparnos. Algunas tienen que ver con las propias dinámicas económicas, pero otras tienen que ver con este capitalismo de amiguetes, u oligarquía, en la que nos encontramos en muchos países, ese "lado oscuro" que quiere seguir controlando los hilos y mantener la economía capturada. Por tanto, como he dicho alguna vez, el problema no es el mercado, sino los que lo controlan para sus propios fines. Y eso tiene una solución sencilla, aunque no fácil. Como nos dice Deaton:
With the right policies, capitalist democracy can work better for everyone, not just for the wealthy. We do not need to abolish capitalism or selectively nationalize the means of production. But we do need to put the power of competition back in the service of the middle and working classes.
Una solución un poco distinta de la que propone Mason para un diagnóstico similar, y que ya se encargó de criticar Santi hace tiempo y ahora (aunque por razones distintas) Milanovic.

1 comentario:

Fernando Leanme dijo...

He observado cómo funciona el "capitalismo de amigotes" que se ve muchísimo en países subdesarrollados, y bastante en los más avanzados. También he visto casos como un gerente de otra empresa, que abiertamente decía que la ingeniería debía hacerse para evitar que fabricantes del tercer mundo pudieran competir. O sea, el problema surge en las fases iniciales de un proyecto, donde algunos ya están pensando como limitar el concurso de ofertas a sus amigos.

Yo nunca participé en algo así, y lo derroté muchas veces reduciendo el tamaño de los subcomponentes, o de las fases del proyecto, para permitir la participación de empresas pequeñas. Esto requiere tener más empleados para gerenciar los componentes, algo que los consultores con MBA de universidades prestigiosas odian, porque están educados por profesores que solo ven la puntita del iceberg. El problema es muy serio.

Por eso les sugiero que estudien profundamente este tema, como se hacen las cosas para aumentar la competencia, abrir el mercado, y derrotar ese síndrome de amigotes. Para hacerlo tendrán que derrotar mucha "conventional wisdom" de esas universidades prestigiosas que están llenas de amigos de amigotes.

En cuanto a resultados específicos, puedo decirles que es posible reducir gastos un 50% y los tiempos se pueden reducir fácilmente en un 20%. En cuanto a calidad, si se preocupan de tener más inspectores de obras y un buen equipo interno, resulta ser mejor.