viernes, 30 de junio de 2023

Sobre los usos del coche en Madrid

 Buenísimo análisis de Enbicipormadrid de la Encuesta de Movilidad de la Comunidad de Madrid, que concluye que poca gente de la que coge el coche lo hace por capricho. No es de extrañar que sea tan difícil reducir el uso del coche, y por tanto las emisiones...La encuesta promete mucho, desde luego.
 

jueves, 29 de junio de 2023

La liberalización como instrumento de descarbonización en el transporte

 He dicho ya aquí muchas veces que la mejor solución para descarbonizar el transporte no es (sólo) electrificar: es fundamental reducir la demanda de movilidad (sin reducir sus beneficios económicos), y para ello el transporte público eficiente es esencial. Si el transporte público no es competitivo con el privado, difícilmente tendremos cambio modal. Bueno, pues parece que una de las claves para que este transporte público sea competitivo es la gestión de las concesiones, como bien nos explican aquí. De nuevo, la regulación como barrera para la descarbonización...

miércoles, 28 de junio de 2023

La captura de CO2 con algas no es suficiente

 Eso han encontrado estos investigadores: que no hay suficiente mar para capturar todo el CO2 que necesitamos cultivando algas. Por supuesto, la conclusión no es necesariamente que tendremos que dejar de cultivar algas...sino que habrá que buscar más formas de capturar.


Relacionado, en The Economist cuentan que el potencial de Kenia para la captura directa del aire es muy alto por a las condiciones del great rift: mucha energía geotérmica, y corteza fina que facilita el almacenamiento.

martes, 27 de junio de 2023

El apoyo público a la transición energética

 Un análisis muy interesante, aunque bastante sesgado, en el caso europeo, por la crisis que ha obligado a los estados a gastarse ingentes cantidades de dinero para proteger a los consumidores (a veces demasiado, claro). En España, incluso quitando esos gastos, parece que no estamos mal, siendo de los primeros en redes eléctricas.

lunes, 26 de junio de 2023

Más casos de uso para el hidrógeno?

 El transporte pesado o el uso de maquinaria pesada son nichos donde la electrificación puede no ser capaz de competir con los gases renovables, bien por la autonomía, bien por la necesidad de alta potencia. Los tractores agrícolas parecen buenos candidatos, igual que los barcos. Y el amoníaco tiene ventajas sobre otros gases renovables a la hora de ponerlo en un depósito. Pero, sinceramente, me parece que usar amoníaco (derivado del hidrógeno renovable) para volver a producir hidrógeno para una pila de combustible no parece el ciclo termodinámico más eficiente del mundo...


viernes, 23 de junio de 2023

A thousand brains, de Hawkins

 Este es un libro interesante, pero de los que consiguen cabrearme. Y es una pena, porque seguro que el enfado que me genera hace que disfrute algunas cosas menos de lo que debería. El libro pretende explicar cómo funciona el cerebro, y formula alguna tesis interesante, desde luego. No sólo de cómo funciona nuestra mente, sino también de aplicaciones a la inteligencia artificial. Y además lo hace de forma amena, y muy clara.

El problema es que el autor (no sé si influirá el hecho de ser un "founder" exitoso de Silicon Valley) plantea sus teorías con una seguridad y convencimiento que no se corresponde con los datos. De hecho, las llama "descubrimientos", como si realmente hubiera confirmado algo. El libro está trufado de comentarios como:

p51. I didn't yet understand how neurons could do this, but I knew it must be true.

p73. Although there are many details we don't yet understand, I am confident that the overall framework - that concepts and thinking are based on reference frames - will withstand the test of time.

En las p.52 y ss. explica de dónde viene su convencimiento, con argumentos que a mí no me convencen :). Para alguien que se muestra tan preocupado con las creencias falsas (como, según él, las religiones), resulta un poco chocante esta fé y este carácter profético de algunas de sus afirmaciones :).

No es que sus teorías no puedan ser ciertas, por supuesto...es que debería tener algo más de humildad hasta que se confirmen. Si a eso se le une que las aparentemente valiosísimas publicaciones en las que han contrastado estas teorías con la comunidad científica parecen estar todas en Frontiers (al menos las que menciona en el libro), la demanda de humildad se hace más relevante aún.

Como digo, no es que sus teorías no puedan ser ciertas. Pero para contrastarlas formula modelos de simulación basados en sus hipótesis, que realmente lo que están haciendo es mostrar que un determinado algoritmo puede emular algunos posibles comportamientos del cerebro o tareas determinadas, pero sin poder demostrar si realmente es así como funciona la cosa.

En todo caso, sobre la esencia interesante del libro: Hawkins propone la teoría de que el neocortex construye un modelo de la realidad, y formula continuamente predicciones basadas en ese modelo. El mecanismo que plantea para estas predicciones es de hecho muy parecido al de ChatGPT.

p47. A prediction occurs when a neuron recognizes a pattern, creates a dendrite spike, and is primed to spike earlier to other neurons. With thousands of distal synapses, each neuron can recognize hundreds of patterns that predict when the neuron should become active.

Estos procesos tienen lugar en las columnas corticales, de las que hay millones (por eso lo llama Thousand Brains, porque dice que cada columna cortical es un cerebro en miniatura). En esas columnas se construyen marcos de referencia, que se aprenden, y que se establecen mediante las conexiones sinápticas, de forma que se van reforzando o desconectando según aprendemos y olvidamos:

p50. The brain builds models of the world by associating sensory input with locations in reference frames.

Y estas columnas son muy similares entre sí, por lo que su función básica debe ser muy similar, no sólo para la percepción, sino también para todo aquello que conocemos como inteligencia. El hecho de que la función sea similar permite que podamos aprender casi cualquier cosa.

p69. Therefore, Mountcastle deduced that there must be some basic function that underlies everything the neocortex does - not just perception, but all the things we think of as intelligence.

En este contexto, pensar es moverse en un marco de referencia: de nuevo, el funcionamiento básico de estas tareas aparentemente tan distintas es esencialmente igual.

p80. If all knowledge is stored this way [in reference frames], then what we commonly call thinking is actually moving through a space, through a reference frame.

Ahora bien, ¿y si tenemos miles de columnas haciendo esto, como terminamos con una única percepción o pensamiento? Hawkins dice que las columnas votan para alcanzar un consenso. Y que las conexiones entre hemisferios precisamente están para esto (algo que no encaja demasiado bien con lo que yo entendía sobre esto). Sinceramente, esto parece más una aplicación de redes bayesianas para explicar el cerebro que al revés...

Cosas que no terminan de encajarme en su teoría:

- El proceso que explica para la percepción, la situación y la inteligencia en general, que como vemos es muy similar (marcos de referencia construidos por las columnas corticales) no me parece exclusivo de los mamíferos. Una hormiga o un escarabajo deben tener procesos similares para orientarse, pero no tienen neocortex.
- Relacionado con lo anterior: si el mecanismo parece tan sencillo, ¿no es sorprendente que sólo los primates hayan alcanzado este nivel de inteligencia?
- ¿Cómo explicamos el instinto, los patrones/modelos preformados que tenemos en el cerebro?
- Lo de que hay un marco de referencia tiene mucho sentido (por ejemplo, en el aprendizaje es importante romper los marcos mentales preexistentes para construir otros nuevos, si queremos que el aprendizaje sea efectivo). Pero, ¿por qué esto tiene que ser una característica del hardware (todas las columnas corticales lo tienen) en lugar de un elemento de software)?
    - Esto es parecido, pero no igual, a la idea de que el cerebro reconoce y busca patrones (modelos de la realidad)
    - Y que más que desviaciones,lo que identifica son cambios de voltaje, etc, cuando nos desviamos del patrón (es decir, que la predicción no es necesaria)


En la segunda parte del libro Hawkins se dedica a la inteligencia artificial. Y comienza por sus limitaciones, bastante sensatas:

p120. Deep learning networks have to be fully trained before they can be deployed. And once they are deployed, they can't learn new things on the go. ...The biggest reason that today's AI systems are not considered intelligent is they can only do one thing, whereas humans can do many things. In other words, AI systems are not flexible.

Pero, de nuevo, tarda poco en desinflarse la cosa. Para empezar, porque define la inteligencia y la conciencia (es que, según él, las máquinas serán capaces de replicar), de una forma un poco estrecha en mi opinión

p134. Instead, intelligence is determined by how a machine learns and stores knowledge about the world. We are intelligent not because we can do one thing particularly well, but because we can learn to do practically anything. The extreme flexibility of human intelligence requires the attributes I described in this chapter: continuous learning, learning through movement, learning many models, and using general-purpose reference frames for storing knowledge and generating goal-oriented behaviors.

In the future, I believe almost all forms of machine intelligence will have these attributes, although we are a long way from that today.
 

Hawkins dice (p.143) que las emociones están en el "viejo cerebro", y que por tanto no son imprescindibles para que una máquina sea consciente o inteligente. Creo que esto es un error muy gordo. Se ve que todavía no ha leído a Damasio...

p146. When creating intelligent machines, there is no reason we should replicate all the functions of the human brain. The new brain, the neocortex, is the organ of intelligence, so intelligent machines need something equivalent to it. When it comes to the rest of the brain, we can choose which part we want and which parts we don't.

Pero a él le sirve para descartar cualquier dilema moral asociado a las máquinas: si no tienen emociones, no pasa nada por apagarlas. Esto también es muy gordo en mi opinión: asocia todos los comportamientos morales a las emociones, y no al neocortex...Claro, como define la inteligencia y la conciencia de modo tan estrecho, sus máquinas inteligentes no son capaces de nada terrible.

p167. Why would we design a machine that accepts our first request but ignores all others after that? Pues porque eso es la inteligencia!!! Lo otro es otra cosa. ¿O es que este hombre no ha tratado con personas?

Tampoco le parece posible la inteligencia suprahumana. Pero esto me parece incoherente con todo lo demás que cuenta: ¿Por qué le parece tan difícil?¿Porque aprender lleva tiempo? Pero, y si hay aprendizaje distribuido?¿Y si se carga en una máquina todo el aprendizaje que ya tenemos?¿No decía antes que sería muy fácil clonar las máquinas?

El tema de la conciencia en particular creo que Hawkins lo trata demasiado ligeramente. Para él, un ser consciente es un ser que percibe y que piensa. Claro, así por supuesto que dice que las máquinas pueden ser conscientes. Pero eso no es la definición habitual de ser consciente, una definición que va mucho más allá de la mera percepción o del razonamiento lógico. De hecho, una cosa es la apariencia de conciencia (que es más bien de lo que habla Hawkins) y otra la conciencia real. Aquí un  buen resumen de lo que es la conciencia en The Economist, donde plantean la hipótesis de Crick y Koch de que la conciencia no está en el neocortex, y de que en parte está basada en la sincronización de las ondas cerebrales (y no por tanto en meras conexiones físicas) https://www.economist.com/schools-brief/2015/09/12/the-hard-problem?

p138. For me, the sense of awareness - the sense of presence, the feeling that I am an acting agent in the world - is the core of what it means to be conscious. It is easily explained by the activity of the neurons and I see no mistery in it.

p144. At some point in the future, we will accept that any system that learns a model of the world, continually remembers the states of that model, and recalls the remembered states will be conscious.

Una cosa es ser un reduccionista (aunque sea romántico como Koch), que piensa que todo se puede, o se podrá explicar, por las bases bioquímicas de nuestro cuerpo...y otra pensar que esto es tan fácil como aplicar un marco de referencia.

Por ejemplo, no me convence su explicación de los colores (como un ejemplo de qualia): según él (p.140) los colores se aprenden igual que el resto, moviendo los objetos y entendiendo cómo la luz se refleja de forma distinta en ellos. Pero, ¿y cuando vemos un color iluminado por una luz de temperatura anómala, y tenemos que corregir internamente hasta acostumbranos y ver el verdadero color? No tengo claro que eso se resuelva con un reference frame, porque entonces lo veríamos bien a la primera (una vez aprendido).

Tampoco me gusta su discusión sobre si estamos en una simulación o no (p.174). Porque lo que discute es nuestra percepción o representación de la realidad, no una simulación de la misma.

Y por último, me pone nervioso su aparente incoherencia entre lo chupao que está esto de entender la conciencia, y lo que vamos a tardar en tener máquinas inteligentes y conscientes. Antes decía que todavía nos falta mucho, pero luego...

p145. It seems inevitable to me that we will overcome any remaining obstacles and enter the age of machine intelligence in this century, probably in the next two to three decades

[Pero no era que estábamos "a long way from that"? No tenemos ni idea de cómo funciona de verdad el cerebro, más allá de una teoría, y en 20-30 años lo vamos a resolver?]

Y, para rematar, sin demasiado soporte en todo lo anterior, más bien apoyándose poco más que en la teoría del gen egoísta de Dawkins (que le escribe el prólogo, y no queda demasiado bien cuando dice que este es un libro espectacular...), Hawkins se pone a filosofar y a darnos recetas sobre cómo salvar el mundo de su destrucción. Estas reflexiones son curiosas, pero, de nuevo, no se apoyan en nada sólido. Y parecen inspiradas por una necesidad de buscarle sentido a su existencia, para lo que creo que se va demasiado lejos. No hace falta colonizar nuevos planetas, ni dejar un legado a las próximas especies inteligentes, para que nuestra vida tenga sentido, la verdad. Parece una forma de buscar una trascencencia similar a la que ofrecen las religiones, pero sin ellas...

p187. The shortsighted actions of the old brain, when paired with the globe-altering technologies of the neocortex, have become an existential threat to humanity.

p203. Obtaining the details needed to recreate you in a computer is so difficult that we might be never be able to do it.

Vamos, que seguramente nunca podamos replicar el cerebro humano. Pero no era que en 20-30 años? Por otra parte, en toda esta sección sobre "uploading the brain", duplicarnos, y demás, debería haberse leído primero a Parfit...O cuando dice en p.210 que "being lost forever is the same as never existing"

p206. Uploading the brain at first sounds like a great idea....But making a copy of ourselves by uploading our brain into a computer will not achieve immortality any more than having children will [De nuevo, porque no entiende que consciousness va más allá de su definición]



jueves, 22 de junio de 2023

Consciousness, de Koch

 Una reseña que se me había quedado traspapelada, con los líos tras las vacaciones de Semana Santa:

Buen libro para entender dónde estaba la ciencia de la consciencia en 2012, aunque seguramente hubiera sido más útil leer su libro de 2019 para estar más al día...En todo caso, una lectura amena, trufada de reflexiones más personales de Koch. Eso sí, hay partes mejores y otras peores.

Las mejores

p27-39. Aquí define las bases para el resto, a partir de la idea de qualia. Muy informativo y bastante sólido en mi opinión.

Los capítulos 8 y 9 son los centrales para entender lo que piensa Koch de la consciencia, aunque no estoy necesariamente de acuerdo con él. En ellos presenta la teoría de la información integrada como base para entender la consciencia. En principio, la teoría tiene sentido: la consciencia sería eso que va más allá del automatismo, el elemento sinérgico o integrado, el "connecting the dots". Aunque esto, por otro lado, podría también perfectamente definirse como inteligencia...Así que su presentación me abre la duda de si estamos hablando de inteligencia o de consciencia. Si consciencia es la experiencia, el sentirse vivo, entonces, aunque efectivamente esto es algo distinto del automatismo inconsciente, ya no sería necesariamente la capacidad de integrar información, sería otra cosa.

Tampoco termina de convencerme su salto del reduccionismo al romanticismo. Yo no creo, como dice Koch, que el materialismo sea una explicación pobre, todo lo contrario, me parece enormemente rico en toda su profundidad y complejidad, sin necesitar más elucubraciones. No hace falta dualismo para explicar la consciencia, porque incluso estando de acuerdo con que la integración de la información es lo que aporta la consciencia (o la inteligencia) eso tiene que seguir teniendo una base material, la experiencia no puede ser distinta del portador material. Al contrario que él, sí parece razonable pensar que la consciencia (o la inteligencia) sea una propiedad emergente de los sistemas neuronales, asociada a su complejidad.


p161. I wake up each morning to find myself in a world full of mystery and beauty. And I am profoundly thankful for the wonder of it all.
Here I am, a highly organized pattern of mass and energy, one of seven billion, insignificant in any objective accounting of the world. And in a short while I will cease to exist. What am I to the universe? Practically nothing. Yet the certainty of my death makes my life more significant. My joy in life, in my children, my love of dogs, running and climbing, books and music, the cobalt blue sky, are meaningful because I will come to an end. And that is as it should be. I do not know what will come afterward, if there is an afterward in the usual sense of the world, but whatever there is, I know in my bones that everything is for the best.

Las peores

p82-87. Toda la parte del inconsciente es bastante mala, la verdad, incluso aunque los principios básicos que formula tengan mucho sentido. Lleno de referencias a experimentos que ya se han demostrado más que cuestionables, como lo del priming.


miércoles, 21 de junio de 2023

Reforma del mercado eléctrico y la hidra de siete cabezas

Ayer estuve hablando con una estudiante de doctorado africana, que está trabajando sobre cómo diseñar los sistemas eléctricos africanos para integrar mejor las renovables. Y me hizo una pregunta que me pareció excelente: que qué creía yo que estaba dirigiendo el movimiento actual de reforma del mercado eléctrico en Europa. Porque en los 90, las reformas del mercado venían impulsadas por la necesidad de lograr financiación privada, y también por la ganancia de eficiencia que un mercado podría tener frente a los sistemas regulados anteriores. ¿Y ahora?

Me parece una pregunta excelente porque creo que revela las miserias de este proceso actual que, realmente, no pretende corregir los problemas detectados en los mercados actuales: la falta de mercados de largo plazo, el riesgo de canibalización de las renovables (y por tanto menor inversión), la necesidad de disponer de mecanismos que remuneren adecuadamente el almacenamiento...Como contaba el otro día en el EESC, hay tres cosas que necesitamos del mercado: inversiones eficientes en descarbonización (renovables, pero también almacenamiento y respaldo), precios estables y asequibles, y una escala europea. 

Desgraciadamente, en lugar de eso, parece que no es esto lo que queremos, sino que un estado miembro quiere soluciones para su nuclear, otro quiere controlar los potenciales windfall profits y que el gobierno decida cuánta renovable se instala, otro busca asegurar la presencia de sus centrales de carbón para protegerles frente a la falta de gas ruso, otro busca el precio más competitivo posible sin preocuparse de dónde se genera...Es decir, cada estado busca lo suyo, sin preocuparse por los que deberían ser los objetivos fundamentales de una reforma robusta del mercado. Así no es de extrañar que, si hay acuerdo, se parezca poco a la reforma que necesitamos, y más a un monstruito que luego a ver cómo matamos sin que haya ningún Hércules a mano...

Los costes del cambio climático aumentan

 Y, relacionado con la necesidad de actuar en materia de cambio climático, Richard Tol nos cuenta que las estimaciones del coste del CO2 van aumentando, a medida que tenemos más información:


Estimates of the social cost of carbon are the yardstick for climate policy targets. However, there is great uncertainty and we do not know how estimates have evolved over time. Here I present a meta-analysis of published estimates showing that the social cost of carbon has increased as knowledge about climate change accumulates. Correcting for inflation and emission year and controlling for the discount rate, kernel density decomposition reveals a non-stationary distribution. In the past 10 years, estimates of the social cost of carbon have increased from US$9 per tCO 2 to US$40 per tCO 2 for a high discount rate and from US$122 per tCO 2 to US$525 per tCO 2 for a low discount rate. This trend is statistically significant if sensitivity analyses are discounted and paper quality weighted. Actual carbon prices are below its estimated value almost everywhere and should therefore go up.

martes, 20 de junio de 2023

Manifiesto científico por la emergencia climática

Hace unos días me enviaron este Manifiesto científico por la emergencia climática, para que lo firmara. Pero, después de darle unas cuantas vueltas, no lo voy a firmar, porque no estoy totalmente de acuerdo con lo que se dice. Es lo malo que tienen los textos cerrados, que no se puede matizar...pero lo bueno que tienen los blogs es que sí se puede explicar qué me gusta y qué no me gusta del manifiesto.

Estoy totalmente de acuerdo en que estamos viviendo ya las consecuencias del cambio climático que hemos creado con nuestras emisiones de combustibles fósiles. Estoy absolutamente de acuerdo en que necesitamos reducciones de emisiones de CO2 "rotundas...y en todos los sectores" (inmediatas, más matizable). También coincido en la importancia de la adaptación, y en la colaboración y transferencia tecnológica hacia el Sur Global. Y por supuesto en lo imprescindible que es contar con estrategias no partidistas, ambiciosas y de largo plazo.

Pero no estoy de acuerdo, por ejemplo, en que el PNIEC esté todavía lejos de los objetivos climáticos necesarios. Creo que la reducción del 23% que se plantea para 2030 es muy, muy ambiciosa. De hecho, dudo que la consigamos si seguimos como vamos. Por tanto, aumentar este nivel de ambición no es demasiado sensato, en mi opinión, si no va acompañado de lo que suponen. Poner objetivos es fácil y barato. Lograrlos, no tanto.

Dicho lo cual, y precisamente por eso, sí estoy de acuerdo en que necesitamos políticas valientes y claras. Para empezar, para cumplir los objetivos que ya tenemos, que sin políticas, sólo con despliegue de renovables o autoconsumo, no conseguiremos. Pero esas políticas no pueden ser sólo quitar las subvenciones, o favorecer el ferrocarril. Ya sé que los autores las mencionan como ejemplo, pero yo hubiera escogido otros más ilustrativos (quizá más basados en nuestro inventario de emisiones, para entender dónde están de verdad los retos). La apuesta por la eficiencia energética es efectivamente esencial. La electrificación de los usos energéticos es importante, pero no nos dará por sí misma las reducciones que necesitamos, sobre todo en la industria. Y sobre las inversiones "menos atractivas económicamente"...lo que hay que hacer es crear las condiciones para que lo sean. Por ejemplo, con mercados para el almacenamiento. En cambio, si las redes inteligentes no son atractivas económicamente, ¿para qué las queremos?

Pero, y aquí empiezo con la lista de lo que me gusta menos, me faltan las actuaciones que necesitamos de verdad, las efectivas: fiscalidad para el transporte, señales claras para usar menos el vehículo privado (no sólo en las ciudades), rehabilitación de vivienda y nuevas viviendas casi pasivas (esta está de alguna forma en el comentario sobre eficiencia), inversiones para la descarbonización de la industria, activación de una verdadera economía circular (que desincentive el uso de materias primas)...¿Por qué no se incluyen?¿Porque son las que son complicadas, o las que suponen sacrificio?

Y, sobre todo, lo que más me chirría es lo de que "las inversiones iniciales no deben recaer sobre los hombros de una ciudadanía ya exhausta"...¿entonces, sobre quién deben recaer?¿Quién paga lo que hay que pagar?¿El Estado? Pero, ¿el Estado no somos todos? Por supuesto, habrá que cuidar a los vulnerables seguramente no haga falta cuidar tanto a los que se están montando autoconsumo o comprando coches eléctricos...

En resumen: no estoy de acuerdo en que tengamos que aumentar nuestra ambición climática sin saber cómo vamos a pagarlo, o cómo vamos a hacerlo de verdad. Y mucho menos en transmitir este mensaje a la ciudadanía, porque crea las señales equivocadas: la culpa es de los políticos, o de las grandes empresas...sí, por supuesto que hay muchos intereses que impiden avanzar...pero el primero de ellos es que esto no es un camino de rosas, exige sacrificios (totalmente justificados), y si lo único que hacemos es pedir y no dar...

El mensaje que me parece especialmente relevante para los políticos, y para la sociedad, es: Si queremos reducir nuestras emisiones y cumplir con los objetivos que tenemos, hay que empezar ya con las políticas de verdad, no con las "bonitas". Tenemos que empezar ya con las políticas que duelen, porque estas hay que irlas implantando despacio y con señales de largo plazo, para que duelan menos.

Por supuesto que esta transición generará oportunidades, pero para eso también hace falta hacer cosas adicionales (invertir en innovación o en política industrial, no sólo pedir reducciones). Y también generará perdedores, a los que habrá que proteger.

Y esto tenemos que explicarlo bien (para tratar de evitar percepciones equivocadas como estas) y tratar de hacerlo en el marco de una política de Estado. Si lo único que hacemos es poner objetivos bonitos, pero luego no los cumplimos, lo único que haremos será generar frustración y rechazo.

En unos días se publicará el borrador de la revisión del PNIEC. Ojalá tenga en cuenta todo esto (aunque me temo que no lo hará).


lunes, 19 de junio de 2023

Papeles de Energía: Una aproximación multidisciplinar a la pobreza energética

 Un nuevo número de Papeles de Energía.


La Cátedra de Energía y Pobreza de la Universidad Pontificia Comillas, creada en 2017 con el apoyo de distintas empresas e instituciones, entre las que se encuentra FUNCAS, tiene como objetivo contribuir a la mitigación, e idealmente la erradicación, de la pobreza energética en España, a través de una investigación interdisciplinar centrada en la realidad, y sirviendo como punto de encuentro para facilitar el contacto entre las entidades y personas implicadas en la lucha contra la pobreza energética.

 

Una ilustración particular de esta aproximación interdisciplinar ha sido la realización de tres tesis doctorales, defendidas todas muy satisfactoriamente en 2022 y 2023, desde tres áreas disciplinares distintas: empresa, ingeniería, y sociología. En este número de Papeles de Energía queremos recoger este trabajo, presentando los resúmenes de las tres tesis doctorales.

 

En la primera de ellas, “La experiencia de pobreza energética y el papel de las personas que la padecen en su abordaje”, Elena Escribano Alonso analiza de forma sistémica el fenómeno de la pobreza energética con el objetivo de alterar las reglas del juego que definen las posiciones y roles de los actores sociales; en particular, asignando a las personas en situación de pobreza energética una posición central y activa. Escribano considera que la transición energética europea, con su foco en la participación de la ciudadanía, constituye una gran oportunidad para comenzar a desarrollar medidas de carácter estructural y abandonar la fijación por las medidas paliativas y de muy corto alcance. Para ello es preciso iniciar caminos nuevos de empoderamiento y participación que vean a las personas en situación de pobreza energética con otros ojos: que pongan el bienestar y dignidad de las personas como fin en sí mismo, y no como meros agentes de la transición.

 

A través de un enfoque metodológico basado en la investigación-acción-participación y el proceso de cruce de saberes y prácticas, la autora pretende entender qué es exactamente lo que viven diariamente los que están en situación de pobreza energética, qué significado tiene para ellos, y cuáles son los obstáculos y desafíos que enfrentan. En las 15 entrevistas semiestructuradas, lo que predomina son los relatos de infraconsumo, privación, y padecimiento de frío. También se confirma la estrecha relación entre vulnerabilidad social y vulnerabilidad energética. Y aparecen sentimientos de gratitud hacia los que les prestan apoyo, de humillación en sus relaciones con los servicios sociales, y de enfado con las compañías energéticas. También se observa cómo la experiencia de pobreza energética produce un impacto negativo sobre la aceptación, autonomía, o el crecimiento personal; además de sobre la integración social. Se revela también la estrecha relación entre vivienda y pobreza energética.

 

Si bien la práctica de cruce de saberes se vio limitada por la situación de distancia social vivida en los últimos años, también aportó una experiencia y resultados de gran interés. Todos los grupos participantes coincidieron en la necesidad de no separar la pobreza general de la pobreza energética; sobre las causas, se identificaron la renta e inequidad, así como la eficiencia energética de las viviendas; y todos afirmaron que la energía es un bien esencial y que constituye un derecho. Los grupos de discusión también se mostraron de acuerdo en admitir que existían deudas impagables, para las que habría que encontrar soluciones concretas y realistas; en que hace falta una política que incluya medidas estructurales y no sólo paliativas, o en el carácter insuficiente del bono social. Por otro lado, casi todos los actores incidieron en la necesidad de integrar a las personas en situación de pobreza energética en las negociaciones, en la búsqueda de soluciones, y en la investigación.

 

Finalmente, la tesis también impulsó un proyecto de formación para familiar vulnerables, diseñado con la participación de un grupo de personas en situación de vulnerabilidad e impartido íntegramente por ellos. La experiencia de este proyecto muestra cómo las personas en situación de pobreza energética pueden convertirse en agentes claves para resolver el problema, en particular respecto a los procesos de identificación y formación de otras personas vulnerables.

 

 

La segunda tesis, “Abordando la pobreza energética de manera integrada. Una caracterización interdisciplinar de los hogares vulnerables españoles y propuesta para implementar soluciones técnicas y regulatorias viables”, realizada por Roberto Barrella, tiene como objetivo caracterizar la realidad energética de los hogares vulnerables en España, y revisar críticamente los indicadores de pobreza energética tradicionalmente utilizados, proponiendo otros alternativos.

 

Tras repasar los estudios más relevantes sobre el modelado de necesidades energéticas de los hogares, sobre las medidas de eficiencia energética de las viviendas, y sobre las políticas de pobreza energética implantadas en distintos países europeos, el autor identifica varias lagunas bibliográficas: la falta de consideración del clima, de las características estructurales de la vivienda, la composición del hogar, u otras variables demográficas, en la modelización del gasto doméstico en energía en España; la no consideración de la “cara oculta de la pobreza energética”, es decir, el gasto inferior al necesario; la viabilidad tecno-económica de las bombas de calor centralizadas en hogares vulnerables, como medida estructural contra la pobreza energética; o la medición de la eficacia del bono térmico u otro tipo de políticas estructurales contra la pobreza energética en España. A estas cuatro temáticas dedica Barrella su investigación.

 

Así, el autor construye un modelo para estimar el gasto energético (térmico y eléctrico) teórico de los hogares españoles en función de sus características, parametrizado en función de la zona climática, la temperatura del agua de red, el tamaño del hogar, la tipología de la vivienda, el tamaño de la misma, su índice de eficiencia energética, el tipo de suministro, y el precio de la energía. Este modelo se ha utilizado para evaluar gastos energéticos de hogares vulnerables en aplicaciones reales, y permite observar grandes diferencias entre regiones (de hasta tres veces en el caso térmico) o cómo distintos segmentos de población utilizan de distinta forma la electricidad.

 

Barrella también construye un nuevo indicador para la pobreza energética oculta, encontrando que un 25% de los hogares en 2019 se encontraban en situación de pobreza energética oculta, con gran disparidad entre las regiones españolas y también entre los distintos tamaños de hogar o la tipología de la vivienda. Este porcentaje bajaría al 10% si se consideraran parámetros ajustados a la estrategia de confort de los hogares. El autor estima también que para solucionar la brecha de pobreza energética serían necesarios 1.600 millones de euros, ocho veces más que el presupuesto destinado a los bonos sociales energéticos.

 

En cuanto a la viabilidad económica de las bombas de calor centralizadas, Barrella encuentra que sus costes por unidad de superficie calefactada son más competitivos que para las calderas individuales, pero mayores que los de las calderas de gas centralizadas.

 

Finalmente, la tesis evalúa la efectividad de las principales políticas desplegadas en España para luchar contra la pobreza energética, y se proponen alternativas como el reducir los impuestos para los vulnerables, o el ayudar mediante un cheque térmico configurado en función de las necesidades energéticas del hogar y de su grado de vulnerabilidad. Se concluye que las alternativas podrían mejorar sustancialmente la situación de los hogares vulnerables, y que la rehabilitación energética sería aún más efectiva para reducir la pobreza energética, a un coste inferior (aunque tendría que ser complementada con ayudas a corto plazo).

 

La tercera tesis, “El emprendimiento social como conector de la red para atacar la pobreza energética”, realizada por María José Manjón Rodríguez, estudia el papel que puede jugar la empresa social como institución integradora de múltiples lógicas, y como tal capaz de responder a las múltiples perspectivas que presenta la pobreza energética. Para ello analiza las narrativas de emprendedores sociales en el ámbito europeo relacionados con la pobreza energética, y los significados atribuidos a las experiencias vividas.

 

La investigación de Manjón pretende ir más allá de la aproximación positivista tradicional, para así poder superar el énfasis actual en los elementos más objetivables, y menos en las experiencias y percepciones del fenómeno. En este sentido, considera que los indicadores, por mucho que sean multidimensionales y sofisticados, no son suficientes para medir la pobreza energética, que además requiere un enfoque multiactor.

 

Según la autora, el fenómeno del emprendimiento social genera capacidades de intermediación que puede conectar a los actores, entender la vulnerabilidad energética, y permitir la integración en red. Este emprendimiento puede realizarse en las empresas sociales, pero también como intraemprendimiento dentro de las grandes corporaciones energéticas, que introduzca y difunda la innovación social en ellas. Así, propone la creación de un departamento fronterizo, un departamento de energía social que actúe de intermediario entre la corporación y la vulnerabilidad, hibridando la lógica de beneficio económico con aspectos sociales y de acercamiento a las comunidades vulnerables.

 

Finalmente, Manjón nos recuerda que todos los problemas sociales son de naturaleza dialéctica, por lo que recomienda institucionalizar la red de pobreza energética en Europa con una mayor interacción entre todos los actores de la red, y con la coordinación (temporal) de los emprendedores sociales. El reconocimiento y cohesión de la red puede enriquecer el proceso de elaboración e implementación de políticas más apropiadas, que recojan toda la riqueza y complejidad del fenómeno.

 

Como siempre, recomiendo la lectura completa de los artículos de este número, y para los lectores más interesados en esta problemática, la lectura de las tesis doctorales desarrolladas, que están disponibles en el repositorio institucional de la Universidad Pontificia Comillas[1] o en la web de la Cátedra de Energía y Pobreza[2].

 



[1] https://repositorio.comillas.edu

[2] https://www.comillas.edu/catedra-de-energia-y-pobreza/eyp-documentos

viernes, 16 de junio de 2023

La economía circular es más complicada de lo que parece

 Una buena ilustración del cada vez mayor desacople entre objetivos "marketinianos" y políticas efectivas y justas.

Y sí, la digitalización puede ayudar, pero al final la clave es el comportamiento del consumidor, y eso no es inteligencia artificial, eso es inteligencia humana (o falta de ella)



jueves, 15 de junio de 2023

La cadena de suministro de las baterías

 Y el posible papel de IRA en estas cadenas. Muy interesante, también para Europa y España. Principales mensajes:

- El coste de las baterías ha bajado muchísimo, y eso ha hecho que el coste del cátodo haya subido mucho en su importancia.

- La falta de elasticidad de la oferta de minerales hace que el coste del cátodo aumente mucho ante el aumento de demanda.

- China domina el midstream y downstream de la cadena (no la minería), no sólo en producción de baterías sino también en producción de cátodos y ánodos (entre un 75 y un 78% del total)

- EEUU no será capaz de suministrar toda la demanda necesaria para desplegar EVs cumpliendo con IRA: sí tendrá fábricas de baterías suficientes, pero no de cátodos o ánodos (ni de litio o níquel)


miércoles, 14 de junio de 2023

Formas alternativas de pagar el "loss and damage"

 Interesante la discusión que presentan en este artículo. Pero sobre todo me quedo con el final: 

The climate problem is now clearly a financial problem. As impacts grow, the sums of money invested in solutions will balloon and so will the calls for compensation. That’s already clear from the first day of statements from the countries meeting in Bonn, Germany this week, in a prelude to setting the agenda for COP28 in Dubai in late November.

Efectivamente, cada vez hay más novios para cualquier fondo de dinero relacionado con la transición climática. Esto está pasando en Europa, en donde todos se pelean por el dinero de las subastas de CO2, o por el Fondo de Innovación. Y donde cada vez hace falta más dinero para acelerar la transición, dinero que tiene que venir de algún sitio...pero que nadie quiere poner, salvo que tengas los bolsillos llenos (y entonces ya estamos con las asimetrías entre países ricos y pobres)

martes, 13 de junio de 2023

WoodMac cree que hay que triplicar la nuclear

 Eso cuentan aquí. Coherente con lo que dice el IPCC 1.5º, y también con lo que hemos dicho nosotros alguna vez para países con poco recurso renovable y con mucho crecimiento de la demanda (no necesariamente España, por tanto). Porque, como ellos reconocen, el problema es el coste.

lunes, 12 de junio de 2023

La relación entre la renta y la compra de bombas de calor

 Muy interesante análisis de Lucas Davis, que encuentra que no hay relación entre la renta y la compra de bombas de calor (al contrario que en el resto de equipos eficientes o de autoconsumo). 

 Como a él, a mí también me sorprende mucho, no tanto como dice él por el efecto señal, sino porque una bomba es cara, y los segmentos más bajos de renta suelen tener más problemas para acceder al capital necesario para la inversión. La explicación geográfica podría tener sentido, también en España: si las bombas se instalan más en las zonas más cálidas (que en nuestro país suelen tener rentas más bajas) el efecto clima podría enmascarar el efecto renta...pero él sigue encontrando que cuando controla por esto, la falta de correlación persiste. ¿Será que allí hay ayudas públicas para rentas bajas que corrigen el previsible efecto inicial? Habrá que mirarlo para España: hablaré con los expertos :)

viernes, 9 de junio de 2023

Milanovic, sobre Succession y el capitalismo ético

 Muy buena entrada de Milanovic, en la que concluye que, en el mundo actual, el capitalismo ético es imposible. Para que fuera posible habría que eliminar el poder de las estructuras empresariales y su relación con la política, y para eso seguramente habría que limitar el tamaño de las empresas. Eso sí, aunque sólo he visto algunos capítulos de la serie (de los primeros), creo que la absoluta falta de moral de la que hacen gala todos los protagonistas es para mí excesivamente irreal. Aunque sí conozco empresas en las que esta gente podría encajar perfectamente, también conozco otras en las que no.

 A contrastar con las ideas más optimistas de Martin Wolf (ahora también en podcast). Y por supuesto, muy relevante para la discusión del viernes pasado.


jueves, 8 de junio de 2023

Arranca el proyecto SEAO2-CDR

 El pasado 1 de junio comenzó oficialmente el proyecto SEAO2-CDR, en el que vamos a analizar las técnicas disponibles para capturar CO2 en el océano, sus ventajas e inconvenientes, las barreras a las que se enfrentan, su potencial futuro...un proyecto apasionante en el que vamos a aprender mucho.

miércoles, 7 de junio de 2023

El cambio climático en la agenda política

 El otro día, en una comida con representantes de un gobierno extranjero, nos preguntaban si creíamos que la agenda climática iba a ser un elemento importante de la próxima campaña electoral. Yo contesté que no, en parte porque, más allá de esa constante búsqueda de antagonismos y polarización, tampoco hay tantas diferencias entre lo que pueden o vayan a hacer los partidos mayoritarios. En parte también porque las políticas climáticas que necesitamos para cumplir los objetivos (sea quien sea el partido a cargo) son complicadas de vender en una campaña electoral, como nos explican bien en Anthropocene. Eso sí, también nos recuerdan que se pueden buscar maneras menos conflictivas de hacer progresar la agenda climática: escoger los momentos adecuados, tratar de desacoplar estas políticas de las guerras culturales, y usando estándares (límites) en lugar de impuestos.

A este respecto (para el que ofrecen esta evidencia): claro que los estándares son más populares que los impuestos. Como explico todos los años a los alumnos del MEPI, los estándares son populares entre los políticos y sus votantes porque esconden sus verdaderos costes. Es decir, son más caros para todos, pero no nos damos cuenta al pagarlos (como sí hacemos con los impuestos). Y además no incentivan la innovacion, ni la reducción de la demanda (algo esencial). Es cierto que, si los impuestos son imposibles y los estándares no, habrá que considerarlos, como tantos otros "second-best"....pero es una pena.

Otro motivo quizá para que la agenda climática no sea demasiado importante es que también han cambiado las prioridades de los ciudadanos: como nos cuentan Lara Lázaro et al en el último Barómetro del Elcano, la seguridad energética ha superado al cambio climático.

martes, 6 de junio de 2023

La descarbonización implica cuidar la demanda pero también la oferta

Ricardo Hausmann nos recuerda que, para descarbonizarnos bien, hace falta mirar tanto a la demanda como a la oferta, algo en lo que estoy muy de acuerdo. Y que mirar a la oferta puede ayudar a crear un mundo más justo, ya que los países menos desarrollados tienen muchos recursos renovables. Hausmann cree que la industria debería moverse hacia estos países...pero yo no estoy demasiado de acuerdo en que esto vaya a producirse: primero, porque los recursos renovables baratos son sólo un elemento de la estructura de costes; si no hay mano de obra cualificada, o sobre todo, mercados que surtir, quizá esa relocalización no tenga lugar. Segundo, porque los países ricos (o al menos algunos de ellos) ya están trabajando para poder capturar estas actividades. Otra cosa, por supuesto, es que lo estén haciendo bien: en este briefing nos recuerdan los defectos del Green Deal Industrial Plan, aunque en términos positivos.

Gracias a Jorge Galindo por la pista.

lunes, 5 de junio de 2023

The book of why, de Pearl

Un libro interesante para entender la diferencia entre correlación y causalidad, el papel de las variables que confunden las relaciones, los contrafactuales...sin ecuaciones, sólo con gráficos y buenas explicaciones. El libro es útil, y yo he aprendido bastantes cosas, aunque cosas de las que hay que reflexionar y trabajar, no cuestiones puntuales (por eso no he tomado demasiadas notas).

En una primera lectura, los elementos fundamentales con los que me he quedado son, primero, la "escalera de la causalidad", que yo no conocía: un primer escalón es el de la Asociación (en el que se sitúan muchos animales y también la inteligencia artificial actual); un segundo, el de la Intervención (cuando hay planificación de actividades); y un tercero, el de los contrafactuales. El primero es capaz de detectar correlaciones. El segundo responde a "Qué pasaría si hago esto", y requiere un modelo de la realidad (los datos recogidos de forma pasiva por sí mismos no pueden responderlo, incluso el deep learning no nos dirá nada de esto si no incluye un modelo causal). El tercer nivel es el que permite responder a "Qué habría pasado si...", o "Por qué". Para responder a estas preguntas hay que comparar lo observado con lo hipotético, y sólo con experimentos no se puede hacer. De nuevo, hace falta un modelo causal, una teoría o una ley natural. Hace falta entender cómo funcionan las cosas.

A partir de esto, Pearl dedica el libro a explicar los modelos causales, su funcionamiento para responder a las preguntas que le planteamos, y cómo resolverlos cuando hay variables confundiendo las relaciones, para lo que propone su operador "do" (como alternativa a los experimentos aleatorios).

p150. All things being equal, RCTs are still preferred to observational studies, just as safety nets are recommended for tightrope walkers. But all things are not necessarily equal: in some cases, interventions may be physically impossible. Or interventions may be unethical.

Fortunately, the do-operator gives us scientifically sound ways of determining causal effects from nonexperimental studies, which challenge the traditional supremacy of RCTs.

Y también a contarnos la historia de los descubrimientos científicos (o falta de ellos) en este campo.


p63. It is an irony of history that Galton started out in search of causation and ended up discovering correlation, a relationship that is oblivious to causation.


Además de todo esto, y en este marco, hay muchos comentarios sobre la inteligencia artificial, en la que Pearl es una autoridad reconocida (inventor de las redes bayesianas en las que se basan muchos de los algoritmos de aprendizaje automático). Cree que hay mucho por hacer todavía, y además, de forma lo más transparente posible (algo que no está demasiado garantizado en los modelos de negocio actuales)

p30. Deep learning has succeeded primarily by showing that certain questions or tasks we thought were difficult are in fact not. It has not addressed the truly difficult questions that continue to prevent us from achieving humanlike AI.

Deep learning has given us machines with truly impressive abilities but no intelligence. The difference is profound and lies in the absence of a model of reality.

p362. Deep learning systems limitations stem from their inability to go beyond rung one of the Ladder of Causation. This limitation does not hinder the performance of AlphaGo in the narrow world of go games, since the board description together with the rules of the game constitutes an adequate causal model of the go-world. Yet it hinders learning systems that operate in environments governed by rich webs of causal forces, while having access merely to surface manifestations of those forces. Medicine, economics, education, climatology and social affairs are typical examples of such environments. Like the prisoners in Plato's famous cave, deep-learning systems explore the shadows on the cave wall and learn to accurately predict their movements. They lack the understanding that the observed shadows are mere projections of three-dimensional objects moving in a three-dimensional space. Strong AI requires this understanding.

In technical terms, machine-learning methods today provide us with an efficient way of going from finite sample estimates to probability distributions, and we still need to get from distributions to cause-effect relations.

Y hasta se mete con la libre voluntad...

p364. Not all philosophers are convinced that there really is a clash between free will and determinism. A group called "compatibilists", among whom I count myself, consider it only an apparent clash between two levels of description: the neural level at which processes appear deterministic (barring quantum indeterminism) and the cognitive level at which we have a vidid sensation of options.

Granted that free will is (or may be) an illusion, why is it so important to us as humans to have this illusion? Why did evolution labor to endow us with this conception? Gimmick or no gimmick, should we program our computers to have this illusion? What for? What computational benefits does it entail?

Un buen libro. Vale la pena.


viernes, 2 de junio de 2023

El decrecimiento o el día de la marmota

Primero de todo me gustaría dar las gracias a Álvaro y Checa por revisar una primera versión de esto. Por supuesto, la responsabilidad de los errores sigue siendo totalmente mía. Segundo, pido paciencia a los lectores, porque la cosa me ha salido larga.

Estos días hay una conversación interesante en LinkedIn, iniciada por Javi Revuelta, acerca del decrecimiento (sobre el que he escrito otras veces), inspirado por esta conferencia BeyondGrowth. Así que he pensado que no venía mal resumir algunas de mis ideas sobre el tema, por si en algún momento alguien se anima a financiar una investigación seria sobre el asunto, tal como pide el propio Javi :).

Comencemos con dos ideas que a mí al menos me sorprende que aún se sigan discutiendo (por ahí lo del día de la marmota):

          Que el consumismo está detrás de muchos de los problemas ambientales que sufrimos creo que no lo duda nadie sensato. Para no irnos muy lejos, la identidad de Kaya, y su análisis en los últimos informes del IPCC, lo dejan bien claro. Por supuesto, el crecimiento de la población también juega su papel…aunque es previsible que, a futuro, la población reduzca su influencia y el consumismo la aumente. Y todo esto independientemente del nivel de circularidad (más sobre esto luego). Hablo de consumismo y no de producción porque al final, lo que crea los problemas es el consumo…aunque a veces ese consumo está estimulado por los productores.

          Que el PIB no es ni mucho menos un buen indicador de bienestar, también lo sabemos desde hace mucho tiempo (de hecho, desde que Kuznets se inventó este indicador). No sólo porque incluye cosas que no aportan bienestar (como el gasto innecesario, sólo hay que recordar lo de la ventana rota), sino porque no incluye cosas que sí lo aportan.

Por lo tanto, desde hace tiempo sabemos que claramente necesitamos, si queremos controlar el cambio climático y otros problemas ambientales o de recursos, reducir nuestros niveles de consumo (tanto per cápita como a nivel agregado, tratando también pues de reducir el crecimiento demográfico global por vías aceptables - como la educación de las mujeres). A todo esto evidentemente ayuda el dejar de utilizar el PIB como referencia única de bienestar. Esto como decía ya lo ha explicado mucha gente de distintas orientaciones y disciplinas, desde Solow a Georgescu-Roegen o Daly, etc., y más recientemente Coyle o Jackson. Raworth, con su economía del donut, ha hecho seguramente la contribución más visualmente afortunada y conocida. Incluso nosotros hemos hecho alguna modesta contribución al marco de análisis. Lo malo es que ninguno de ellos nos dice cómo lograr esta reducción de consumo de forma políticamente factible.

Una primera opción que parece estar en la agenda de algunos de los más vocales en este tema es el abandono del modelo capitalista, sustituyéndolo por un modelo mucho más centralizado y controlado por un Estado benefactor. A este respecto, me gustaría recordar que, en principio, el modelo mixto de mercado (la versión del sistema capitalista que tenemos en muchos países europeos) no es necesariamente incompatible con una reducción del consumo (o con un modelo de “suficiencia” y no de crecimiento ilimitado, como nos contaron Arrow o Sen) o con el uso de indicadores distintos al PIB: todo depende de cómo se defina el valor que crea el mercado; dicho de otra forma, de si se internalizan todas las externalidades, y se definen políticamente las incompatibilidades entre los distintos tipos de recursos (por ejemplo, hasta qué punto son sustituibles o no los recursos ambientales y económicos), o los límites no sólo físicos a los mismos. También desde hace mucho sabemos que para que un sistema económico asigne bien los recursos la clave es la escasez y el coste de oportunidad (con las externalidades bien internalizadas, por supuesto), no los deseos ilimitados ni la maximización de beneficios. Nótese por supuesto que un sistema con planificación central también tendrá dificultades para asignar bien los recursos al no recibir buenas señales de escasez o incentivos). El promover un mayor peso de los servicios públicos (que no niego que pueda tener ventajas en algunos ámbitos) tampoco asegura que reduzcamos el uso de recursos.

En todo caso, independientemente del sistema que elijamos para guiarnos, hacer evolucionar nuestro sistema mixto hacia una economía de suficiencia no es nada sencillo. Hay muchos problemas, que podemos clasificar en dos grandes categorías:

La primera categoría es seguramente la más visible o intuitiva: hay muchos agentes que no tienen ningún interés en que cambie el modelo. Por ejemplo, a ninguna de esas compañías energéticas o industriales que presumen de estar incluidas en los rankings de sostenibilidad las he visto apoyar la reducción de los consumos, salvo que sea el de la competencia…su impulso sostenible se limita a vender mejor su producto que el de los “sucios”; a los financieros que venden activos o inversiones “sostenibles” les preocupa poco si lo son o no, más allá de que alguien lo acredite, y se vendan…El greenwashing está muy extendido, y es muy difícil luchar contra él: no podemos esperar que ninguna empresa renuncie voluntariamente a vender sus productos, la única forma de hacerlo es convencer a los consumidores de que no los compren, y para eso necesitan información que muchas veces no tienen y señales económicas que también faltan (a esto, como bien me señala Álvaro, puede contribuir las tecnologías digitales, para bien o para mal…). Esto por supuesto es un motivo importante para que haya gente que defienda abandonar el modelo capitalista…

La segunda categoría es más compleja: incluso sin que intereses particulares lo bloqueen, llegar a una economía del “steady state”, como decía Daly, o a ese post-crecimiento que se llama ahora, no es tan sencillo sin sufrimiento por el camino (y quizá también al final de él).

          La primera dificultad está en decidir cuál es el indicador adecuado, o el nivel apropiado de consumo “suficiente” para nuestro bienestar sin comprometer otros recursos. De nuevo, en un sistema centralizado, esto lo elige el Estado, mediante algún sistema de planificación ultra-compleja. ¿Lo haría bien, sobre todo teniendo en cuenta las incertidumbres, y los fallos del regulador? En un sistema de mercado (descentralizado) la clave es el indicador, que ha de ser eficiente en trasladar las señales económicas, y que como cualquier indicador multidimensional no puede definirse “objetivamente”, sino mediante la participación pública bien informada.

          La segunda dificultad es que, en muchos países, el empleo que hay que generar para una población joven en crecimiento (p.ej. en África) va asociado normalmente a un crecimiento de la actividad económica (y del consumo de recursos, especialmente en un sistema económico lineal). En este sentido, hay que recordar que este debate del decrecimiento es uno fundamentalmente de países ricos, de gente que ya tiene bastantes cosas resueltas en la vida; pero cuando la vida no es tan fácil, o el Estado no está para proveer, y la población sigue creciendo, la respuesta no es tan sencilla.

          Incluso en los países desarrollados, el reducir el nivel de consumo no es sencillo: si baja el consumo, también baja la producción/actividad, y por tanto el empleo (o los salarios). Es cierto que con niveles de consumo menor no debería hacer falta un salario igual…salvo que nos dediquemos tipos de ocio que no reducen el consumo (un ejemplo son esos vuelos de fin de semana tan populares). Así que, si queremos reducir nuestro consumo, también debemos aceptar reducciones en los salarios (nominales, pero seguramente también reales durante la transición). En este sentido, la semana de 4 días no necesariamente contribuye a esto, más allá de que pueda ser interesante para algunos. Tampoco, llevado al extremo, soluciona este problema una sociedad en la que los robots trabajan y los demás nos dedicamos a lo que queramos (con una renta básica universal): los consumos podrían ser iguales o mayores, los hagamos nosotros o los robots. Otra hipótesis: Si desincentivamos mediante impuestos el consumo (de todo), realmente sería equivalente a reducir los salarios, con lo que estamos igual que antes (aunque con mayor recaudación del Estado, que puede tener alguna ventaja si se usa bien). Otra posibilidad que se maneja en algunos ámbitos es subir los impuestos a los ricos para que financien y compensen esa reducción de salario de las clases medias y bajas. Pero, de nuevo, ya estamos igual que antes: al compensar el salario, volvemos a consumir.. Es cierto que en principio estaríamos mejor que antes, al ser nuestro consumo menos intensivo en materiales o impactos ambientales (desincentivados), pero menos intensivo en términos relativos no quiere decir necesariamente menos intensivo en términos absolutos. De nuevo, la única solución pasa por menos renta, menos consumo; no necesariamente menos bienestar (si ese bienestar lo derivamos de actividades que no consuman recursos), pero sí un cambio cultural con una transición fastidiada. [Por supuesto, estas cosas pasan porque tenemos unos niveles de población muy elevados: en un mundo con 500 millones de personas nos podríamos permitir enfoques más micro o locales como los planteados por algunos defensores del decrecimiento...pero con los que somos, la cosa no es tan sencilla incluso aunque la población no crezca].

          A este respecto, un tema también complejo es cómo gestionar esta transición, esta reducción de actividad, desde el punto de vista de un sector financiero que necesita el crecimiento para alimentarse…las soluciones que se han planteado de economías locales, en las que no se puede "especular" con el dinero, tienen muchas limitaciones para una inversión que también es muy necesaria.

          Hablaba antes de la circularidad, una de las grandes promesas: la circularidad, puede ayudar bastante si se hace bien, es decir, si sirve para reducir consumos. Pero no ayudará si mantenemos o aumentamos el consumo con la promesa del reciclaje, un reciclaje que es termodinámicamente imposible o no recomendable en una gran cantidad de situaciones (ese famoso segundo principio de la Termodinámica…). La economía compartida, otra de las grandes promesas, tampoco ayuda necesariamente (da igual compartir coche si al final lo que dirige la construcción de un nuevo coche es el número de km recorridos).

          Por último, otra dificultad es cómo combinar este proceso que parece que es complicado dejar al mercado con los incentivos adecuados para la innovación tecnológica, que, aunque no nos vaya a salvar por sí misma, sí nos puede ayudar y mucho (como ya ha hecho en el pasado). De nuevo, los sistemas muy centralizados no son particularmente buenos para esto (tampoco los mercados en competencia salvaje).

En cualquier caso, en lo que doy la razón a Javi es que este tema debería hablarse más, sin posiciones fundamentalistas (porque ninguna nos llevará a ningún sitio bueno). Algunas cosas ya sabemos cómo hacerlas, por ejemplo internalizar externalidades (otra cosa es que queramos, o que sepamos manejar bien el elemento distributivo asociado). En algunos países hemos conseguido desacoplar algo el crecimiento, aunque seguramente no será suficiente. Para mí, en especial, habría que hablar, e investigar, sobre cómo de posible es lograr alimentar y dar empleo y bienestar a la población sin aumentar el uso de recursos, tanto en países ya desarrollados como en aquellos que todavía tienen camino por recorrer. Sobre cómo podemos aumentar el bienestar, o al menos mantenerlo, y repartirlo bien, sin consumir más. Sobre cómo gestionar el potencial decrecimiento sin revueltas sociales o sin colapsos financieros. Muchos temas para una agenda de investigación fundamental.

jueves, 1 de junio de 2023

¿Nos quedaremos sin recursos minerales?

 Una actualización de la apuesta de Ehrlich y Simon, en la que parece que vuelve a ganar Simon :)

Mineral and material commodities are essential inputs to economic production, but there have been periodical concerns about mineral scarcity. However, there has been no systematic recent study that has determined whether mineral commodities have become scarcer over the longer run. Here we provide systematic evidence that worldwide, near-term exhaustion of economically valuable commodities is unlikely. We construct and analyse a new database of 48 economically-relevant commodities from 1957–2015, including estimates of worldwide production, reserves and reserve bases, prices, and production, using publicly-available data and further data requested from the United States Geological Survey. We explore trends in prices, reserves-to-production ratios, and production itself, on a commodity-by-commodity basis, using econometric techniques allowing for structural changes, and further estimate overall trends robust to outlying observations. For almost all commodities, we cannot reject the null hypothesis of no trend in prices and exhaustion, while production has increased. Price signals appear to have guided consumption and provided incentives for innovation and substitution. Concerns about mineral depletion therefore appear to be less important than concerns about externalities, such as pollution and conflict, and ecosystem services (e.g. climate stability) where price signals are often absent.

De Marginal Contribution.