Un nuevo número de Papeles de Energía.
La Cátedra de Energía y Pobreza de la Universidad Pontificia Comillas, creada en 2017 con el apoyo de distintas empresas e instituciones, entre las que se encuentra FUNCAS, tiene como objetivo contribuir a la mitigación, e idealmente la erradicación, de la pobreza energética en España, a través de una investigación interdisciplinar centrada en la realidad, y sirviendo como punto de encuentro para facilitar el contacto entre las entidades y personas implicadas en la lucha contra la pobreza energética.
Una ilustración particular de esta aproximación interdisciplinar ha sido la realización de tres tesis doctorales, defendidas todas muy satisfactoriamente en 2022 y 2023, desde tres áreas disciplinares distintas: empresa, ingeniería, y sociología. En este número de Papeles de Energía queremos recoger este trabajo, presentando los resúmenes de las tres tesis doctorales.
En la primera de ellas, “La experiencia de pobreza energética y el papel de las personas que la padecen en su abordaje”, Elena Escribano Alonso analiza de forma sistémica el fenómeno de la pobreza energética con el objetivo de alterar las reglas del juego que definen las posiciones y roles de los actores sociales; en particular, asignando a las personas en situación de pobreza energética una posición central y activa. Escribano considera que la transición energética europea, con su foco en la participación de la ciudadanía, constituye una gran oportunidad para comenzar a desarrollar medidas de carácter estructural y abandonar la fijación por las medidas paliativas y de muy corto alcance. Para ello es preciso iniciar caminos nuevos de empoderamiento y participación que vean a las personas en situación de pobreza energética con otros ojos: que pongan el bienestar y dignidad de las personas como fin en sí mismo, y no como meros agentes de la transición.
A través de un enfoque metodológico basado en la investigación-acción-participación y el proceso de cruce de saberes y prácticas, la autora pretende entender qué es exactamente lo que viven diariamente los que están en situación de pobreza energética, qué significado tiene para ellos, y cuáles son los obstáculos y desafíos que enfrentan. En las 15 entrevistas semiestructuradas, lo que predomina son los relatos de infraconsumo, privación, y padecimiento de frío. También se confirma la estrecha relación entre vulnerabilidad social y vulnerabilidad energética. Y aparecen sentimientos de gratitud hacia los que les prestan apoyo, de humillación en sus relaciones con los servicios sociales, y de enfado con las compañías energéticas. También se observa cómo la experiencia de pobreza energética produce un impacto negativo sobre la aceptación, autonomía, o el crecimiento personal; además de sobre la integración social. Se revela también la estrecha relación entre vivienda y pobreza energética.
Si bien la práctica de cruce de saberes se vio limitada por la situación de distancia social vivida en los últimos años, también aportó una experiencia y resultados de gran interés. Todos los grupos participantes coincidieron en la necesidad de no separar la pobreza general de la pobreza energética; sobre las causas, se identificaron la renta e inequidad, así como la eficiencia energética de las viviendas; y todos afirmaron que la energía es un bien esencial y que constituye un derecho. Los grupos de discusión también se mostraron de acuerdo en admitir que existían deudas impagables, para las que habría que encontrar soluciones concretas y realistas; en que hace falta una política que incluya medidas estructurales y no sólo paliativas, o en el carácter insuficiente del bono social. Por otro lado, casi todos los actores incidieron en la necesidad de integrar a las personas en situación de pobreza energética en las negociaciones, en la búsqueda de soluciones, y en la investigación.
Finalmente, la tesis también impulsó un proyecto de formación para familiar vulnerables, diseñado con la participación de un grupo de personas en situación de vulnerabilidad e impartido íntegramente por ellos. La experiencia de este proyecto muestra cómo las personas en situación de pobreza energética pueden convertirse en agentes claves para resolver el problema, en particular respecto a los procesos de identificación y formación de otras personas vulnerables.
La segunda tesis, “Abordando la pobreza energética de manera integrada. Una caracterización interdisciplinar de los hogares vulnerables españoles y propuesta para implementar soluciones técnicas y regulatorias viables”, realizada por Roberto Barrella, tiene como objetivo caracterizar la realidad energética de los hogares vulnerables en España, y revisar críticamente los indicadores de pobreza energética tradicionalmente utilizados, proponiendo otros alternativos.
Tras repasar los estudios más relevantes sobre el modelado de necesidades energéticas de los hogares, sobre las medidas de eficiencia energética de las viviendas, y sobre las políticas de pobreza energética implantadas en distintos países europeos, el autor identifica varias lagunas bibliográficas: la falta de consideración del clima, de las características estructurales de la vivienda, la composición del hogar, u otras variables demográficas, en la modelización del gasto doméstico en energía en España; la no consideración de la “cara oculta de la pobreza energética”, es decir, el gasto inferior al necesario; la viabilidad tecno-económica de las bombas de calor centralizadas en hogares vulnerables, como medida estructural contra la pobreza energética; o la medición de la eficacia del bono térmico u otro tipo de políticas estructurales contra la pobreza energética en España. A estas cuatro temáticas dedica Barrella su investigación.
Así, el autor construye un modelo para estimar el gasto energético (térmico y eléctrico) teórico de los hogares españoles en función de sus características, parametrizado en función de la zona climática, la temperatura del agua de red, el tamaño del hogar, la tipología de la vivienda, el tamaño de la misma, su índice de eficiencia energética, el tipo de suministro, y el precio de la energía. Este modelo se ha utilizado para evaluar gastos energéticos de hogares vulnerables en aplicaciones reales, y permite observar grandes diferencias entre regiones (de hasta tres veces en el caso térmico) o cómo distintos segmentos de población utilizan de distinta forma la electricidad.
Barrella también construye un nuevo indicador para la pobreza energética oculta, encontrando que un 25% de los hogares en 2019 se encontraban en situación de pobreza energética oculta, con gran disparidad entre las regiones españolas y también entre los distintos tamaños de hogar o la tipología de la vivienda. Este porcentaje bajaría al 10% si se consideraran parámetros ajustados a la estrategia de confort de los hogares. El autor estima también que para solucionar la brecha de pobreza energética serían necesarios 1.600 millones de euros, ocho veces más que el presupuesto destinado a los bonos sociales energéticos.
En cuanto a la viabilidad económica de las bombas de calor centralizadas, Barrella encuentra que sus costes por unidad de superficie calefactada son más competitivos que para las calderas individuales, pero mayores que los de las calderas de gas centralizadas.
Finalmente, la tesis evalúa la efectividad de las principales políticas desplegadas en España para luchar contra la pobreza energética, y se proponen alternativas como el reducir los impuestos para los vulnerables, o el ayudar mediante un cheque térmico configurado en función de las necesidades energéticas del hogar y de su grado de vulnerabilidad. Se concluye que las alternativas podrían mejorar sustancialmente la situación de los hogares vulnerables, y que la rehabilitación energética sería aún más efectiva para reducir la pobreza energética, a un coste inferior (aunque tendría que ser complementada con ayudas a corto plazo).
La tercera tesis, “El emprendimiento social como conector de la red para atacar la pobreza energética”, realizada por María José Manjón Rodríguez, estudia el papel que puede jugar la empresa social como institución integradora de múltiples lógicas, y como tal capaz de responder a las múltiples perspectivas que presenta la pobreza energética. Para ello analiza las narrativas de emprendedores sociales en el ámbito europeo relacionados con la pobreza energética, y los significados atribuidos a las experiencias vividas.
La investigación de Manjón pretende ir más allá de la aproximación positivista tradicional, para así poder superar el énfasis actual en los elementos más objetivables, y menos en las experiencias y percepciones del fenómeno. En este sentido, considera que los indicadores, por mucho que sean multidimensionales y sofisticados, no son suficientes para medir la pobreza energética, que además requiere un enfoque multiactor.
Según la autora, el fenómeno del emprendimiento social genera capacidades de intermediación que puede conectar a los actores, entender la vulnerabilidad energética, y permitir la integración en red. Este emprendimiento puede realizarse en las empresas sociales, pero también como intraemprendimiento dentro de las grandes corporaciones energéticas, que introduzca y difunda la innovación social en ellas. Así, propone la creación de un departamento fronterizo, un departamento de energía social que actúe de intermediario entre la corporación y la vulnerabilidad, hibridando la lógica de beneficio económico con aspectos sociales y de acercamiento a las comunidades vulnerables.
Finalmente, Manjón nos recuerda que todos los problemas sociales son de naturaleza dialéctica, por lo que recomienda institucionalizar la red de pobreza energética en Europa con una mayor interacción entre todos los actores de la red, y con la coordinación (temporal) de los emprendedores sociales. El reconocimiento y cohesión de la red puede enriquecer el proceso de elaboración e implementación de políticas más apropiadas, que recojan toda la riqueza y complejidad del fenómeno.
Como siempre, recomiendo la lectura completa de los artículos de este número, y para los lectores más interesados en esta problemática, la lectura de las tesis doctorales desarrolladas, que están disponibles en el repositorio institucional de la Universidad Pontificia Comillas[1] o en la web de la Cátedra de Energía y Pobreza[2].
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