El otro día, en una comida con representantes de un gobierno extranjero, nos preguntaban si creíamos que la agenda climática iba a ser un elemento importante de la próxima campaña electoral. Yo contesté que no, en parte porque, más allá de esa constante búsqueda de antagonismos y polarización, tampoco hay tantas diferencias entre lo que pueden o vayan a hacer los partidos mayoritarios. En parte también porque las políticas climáticas que necesitamos para cumplir los objetivos (sea quien sea el partido a cargo) son complicadas de vender en una campaña electoral, como nos explican bien en Anthropocene. Eso sí, también nos recuerdan que se pueden buscar maneras menos conflictivas de hacer progresar la agenda climática: escoger los momentos adecuados, tratar de desacoplar estas políticas de las guerras culturales, y usando estándares (límites) en lugar de impuestos.
A este respecto (para el que ofrecen esta evidencia): claro que los estándares son más populares que los impuestos. Como explico todos los años a los alumnos del MEPI, los estándares son populares entre los políticos y sus votantes porque esconden sus verdaderos costes. Es decir, son más caros para todos, pero no nos damos cuenta al pagarlos (como sí hacemos con los impuestos). Y además no incentivan la innovacion, ni la reducción de la demanda (algo esencial). Es cierto que, si los impuestos son imposibles y los estándares no, habrá que considerarlos, como tantos otros "second-best"....pero es una pena.
Otro motivo quizá para que la agenda climática no sea demasiado importante es que también han cambiado las prioridades de los ciudadanos: como nos cuentan Lara Lázaro et al en el último Barómetro del Elcano, la seguridad energética ha superado al cambio climático.
2 comentarios:
Gracias Pedro. Si me permites un matiz, creo que en Europa, donde no disponemos de recursos fósiles en cantidad, calidad y coste aceptables, y siempre hemos importado mucho (con costes macroeconómicos y de seguridad cmo bien sabemos) es importante hacer énfasis en que las políticas de seguridad energética y cambio climático son especialmente sinérgicas. Opino que hay que ser cuidadosos en pintarlas como antagonistas
Gracias, Álvaro. Totalmente de acuerdo, por supuesto.
Publicar un comentario