La semana pasada tuve la suerte de disfrutar, una vez más, del espléndido ambiente del Atlantic Workshop on Energy and Environmental Economics que organiza Xavier en A Toxa, desde Economics for Energy y con la colaboración de ETH y Bochum. Una gran ocasión para volver a ver a buenos amigos y grandes expertos en economía energética y medioambiental; y también para disfrutar de toda la investigación de gran calidad mostrada en las keynote lectures, las sesiones invitadas y las paralelas.
Como podéis ver en la web, el programa fue muy variado, pero quizá lo que más me llamó la atención fue un par de papers sobre políticas de eficiencia energética.
Ilya Eryzhenskiy presentó un trabajo en el que muestra que los préstamos bonificados son efectivos para la rehabilitación energética en viviendas, pero que su efecto dura muy poco. Por su parte, Cristina Peñasco presentó un análisis del impacto de las políticas para rehabilitación de vivienda en el Reino Unido, con resultados inclusos negativos en términos de ahorro de energía, algo que puede asociarse con pobreza energética oculta para las rentas más bajas, y con rebote (por aumento de tamaño de la vivienda) en las más altas. No demasiado optimistas ninguno.
Finalmente, dos ideas de los keynotes:
- Natalia Fabra nos mostró los impactos distributivos de las tarifas basadas en precios dinámicos, (como el PVPC o los cargos variables), que pueden dañar más a los más vulnerables.
- Y Lucas Bretschger propuso utilizar lo que el llama "carbon price escalator" como base para las políticas climáticas: un precio del CO2 creciente para aprovechar que, a medida que se van retirando los fósiles, la resistencia a estas medidas disminuye. También nos mostró cómo hay escenarios posibles de descarbonización sin pérdida de bienestar, siempre que funcione la innovación.
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