jueves, 3 de septiembre de 2020

Near-term to near-zero prices

Es curioso cómo ideas aparentemente desacreditadas científicamente vuelven a resurgir cada cierto tiempo. En clase habitualmente explico a mis alumnos cómo el “coste de control”, esto es, el coste de lograr una determinada reducción de emisiones, no es una herramienta válida para estimar las externalidades ambientales, por dos razones fundamentales: una, que la reducción está basada en una decisión política; dos, que cuando la reducción se estima de forma óptima, se convierte en una tautología.

Ahora, los de Columbia nos quieren convencer de que su “nuevo” enfoque (que básicamente es de coste de control) es mejor que estimar el coste social del carbono.
“The social cost of carbon is a useful concept, but the risks of climate change are far too complex for credible comprehensive damage estimates,” said lead author Noah Kaufman, a research scholar at the Center on Global Energy Policy. “Near-term to Net Zero enables policymakers to use both climate science and economics to chart an effective and efficient pathway to net-zero emissions.”
Si traduzco correctamente lo que dice Kaufman: el coste social es muy complejo de calcular, por los riesgos asociado al cambio climático (totalmente de acuerdo, claro). Así que mejor fijamos nosotros el momento en el que lograr la neutralidad climática (supongo que resolviendo mágicamente todas estas incertidumbres), y luego te decimos el coste de carbono que lo haría posible. Espero que se perciba claramente la incoherencia del razonamiento.

Eso no quiere decir que el coste marginal de reducción sea inútil, por supuesto: permite conocer cuál es el coste de reducción de una senda óptima, y por tanto permite comparar alternativas, o, si se introduce en el mercado, dejar que sea el mercado el que las valore. Por ejemplo, si el coste marginal de reducción para alcanzar la neutralidad climática en 2050 es de 200 euros, toda opción de reducción que cueste más de 200 euros por tonelada no será interesante (suponiendo que ya ha estabilizado su coste, claro).

Pero lo que no puede hacer este coste marginal es sustituir al coste social del carbono, en su labor fundamental: decirnos cuál es la tasa de reducción óptima. Porque para calcularlo hemos tenido que fijar previamente el objetivo de reducción.

Por último: ni siquiera es que esto que nos cuentan sea nuevo. Todos los que hacemos escenarios energético-climáticos de largo plazo computamos costes marginales de reducción del CO2. Que evidentemente son menores cuanto más lejana es la fecha de la neutralidad climática. Es lo que hace un mercado de emisiones también (aunque a corto plazo). Pero claro, supongo que si eres de la U. de Columbia todo esto no importa :).

No hay comentarios: