Conseguir que las nucleares actuales sean más eficientes me parece a mí un win-win: ya que las tenemos, mejor sacar más energía de ellas por unidad de residuo o por euro gastado. Por supuesto, aquí estoy suponiendo que interesa mantenerlas, pero esto es sólo un supuesto de partida que se puede cuestionar: puede ser que interese más cerrarlas, fundamentalmente si consideramos que el riesgo medioambiental no compensa el resto de ventajas (coste bajo, bajas emisiones de CO2) una vez que ya se han construido.
En todo caso, parece que una forma interesante es cambiar el tipo de barras de combustible. En MIT Tech Review nos cuentan acerca de un nuevo formato de barra, que tienen ventajas: funcionan a menor temperatura, alargan los períodos entre recargas, y tienen un mejor intercambio de temperatura. El único problema, según parece, es que funden a menor temperatura, lo cual puede ser peligroso en caso de accidente.
2 comentarios:
Sugiero una tesis de ingeniería mecánica para investigar la utilización del exceso de calor en el agua de una turbina de vapor, la cual se puede utilizar con un ciclo combinado funcionando con una delta T desde aprox. 200 grados a aprox 40 grados C. Este sistema secundario se le puede instalar a plantas nucleares sin alterar el ciclo existente (creo).
Hay unos cuatrocientos millones de maneras de conseguir que las nucleares ya construidas sean más eficientes. Todas ellas suponen alteraciones en las condiciones de diseño, que es para las que se han realizado los preceptivos análisis de seguridad y se han obtenido las licencias. Eso implica que ninguna de ellas va a ser aprobada por ningún regulador nacional en menos de un lustro.
O sea, todas ellas tienen probabilidades insignificantes de materializarse (de llegar a aplicarse comercialmente). Algo mayor que cero, pero muy poco. Frustrante, pero such is life
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