Como bien nos recuerda Alex Tabarrok aquí, la innovación no se difunde sin fricción. Si de verdad queremos que la industria absorba la innovación desarrollada por los centros de investigación o universidades, hace falta empaquetarla. Y eso tiene dos consecuencias importantes:
- Primero, que ese empaquetamiento requiere comunicación con la industria, no la torre de marfil: más Fraunhofer y menos universitarios "limpios y puros".
- Segundo, que financiar más investigación básica y universitaria puede ser contraproducente para la productividad. Esto creo que merece matizarse: por supuesto, hay un nivel mínimo de investigación básica y universitaria que hay que financiar para alimentar el sistema; y también hay buenas y malas prácticas de este tipo de financiación.
En conclusión: si de verdad queremos que nuestra industria sea competitiva hay que crear marcos de innovación que de verdad la hagan llegar a la industria, y no conformarnos con seguir financiando (al menos, no solo) un sistema de investigación burocrático y no aplicado.
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