Hace ya un año decía yo que no era muy optimista sobre cómo utilizar las lecciones de la COVID-19 para la gestión del cambio climático: me parecían cuestiones muy distintas. Ahora Tim Harford escribe sobre el mismo tema, con conclusiones similares, aunque mucho mejor formuladas :). Harford cree que, primero, la urgencia percibida no es la misma (y por tanto tampoco su tratamiento mediático); y que, segundo, las dos están demasiado sujetas a la polarización demagógica. Aunque termina con una nota más positiva: piensa que sí podemos aprender de la colaboración internacional y el impulso a la innovación.
Still: we can act decisively, make sacrifices to take care of each other, rely on one generation to look out for another generation and work technological miracles. All we need now is a way to focus on a problem that is too slow to be called a crisis, and too dangerous to be called anything else.
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