Sí, me refiero al objetivo "aspiracional" incluido en el Acuerdo de París. En los últimos días ha habido mucha discusión en la web a este respecto, alimentada por el famoso artículo de Millar et al en Nature Geoscience. Sin embargo, y a pesar de la cobertura mediática, el paper no debería generar tanto optimismo. De hecho, en el propio comentario de Nature hacen referencia a los posibles problemas del paper. Y como siempre, una buena fuente para entenderlo bien es Real Climate, donde nos dicen que, desgraciadamente, Millar et al se ha ido al extremo optimista.
Eso no quiere decir que alcanzarlo sea imposible. David Roberts cita de hecho otro par de papers que cuentan lo que haría falta. Pero, de nuevo, las medidas necesarias rozan la ciencia ficción: tendríamos que meternos con las emisiones netas negativas gracias a la biomasa (BECCS), o incluso pensar en otras soluciones de captura (algo en lo que también coincide Peter Wadhams). Xavi García Casals es más optimista que yo, en el sentido de que lo ve factible, incluso rechazando explícitamente CCS y BECCS. Pero sinceramente, y aunque me encantaría ver algunas de las cosas que propone, no me parece más realista pensar que seremos capaces de conseguir el cambio estructural, fundamentalmente político, que defiende. Tampoco, por otra parte, tengo claro que esos cambios políticos sean capaces, por sí mismos, de llevarnos donde queremos.
1 comentario:
Yo he concluido que Nature Geoscience es un tabloïd que publica cualquier cosa que se le ocurre a alguien, siempre y cuando cumpla con la agenda política de los editores.
Este tipo de análisis es muy complejo, y no puede ser realizado por un grupo de científicos (bueno, puede, pero el resultado no se puede considerar para nada). En cuanto a poder controlar el promedio del aumento de la temperatura de la superficie a 0,6 grados C sobre el promedio de los últimos 5 años, eso es posible si el clima no es muy sensible al CO2 y el calentamiento se debe a otras causas (y eso lo veo difícil).
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