Uno de los problemas de las subastas, que ya citábamos en nuestro paper, es el exceso de confianza en el avance tecnológico. Esto ya pasó en Reino Unido con el NFFO, gracias a la ausencia de avales y multas, y es algo que se intenta evitar en los diseños actuales.
Pero parece que la gente sigue preocupada por el excesivo optimismo de algunas empresas, sobre todo si son competidores :), o si son los que les tienen que financiar, ahora estando expuestos realmente al riesgo (y no como en los sistemas tipo feed-in, seguros para los bancos porque éramos los consumidores los que nos comíamos el riesgo).
Yo, como consumidor y contribuyente, tengo menos problemas con el excesivo optimismo en las subastas: si las multas y avales están bien diseñadas, no tengo problema en que alguno se pase de frenada. Si le sale bien, gano. Y si le sale mal, también. Otra cosa es que este supuesto que hago no se cumpla, claro...
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