Lo malo de muchas de estas reglas de "disclosure" es que, si dejan muchos agujeros, como parece que hace la normativa estadounidense, se convierten en una pantalla estupenda para los que quieren simplemente hacer greenwashing, y en una complicación para los que quieren distinguir entre los que lo hacen bien y mal. Justo lo contrario de para lo que se hacen estas reglas.
Relacionado, James Bushnell, en un estupendo ejercicio de cinismo (muy realista por otra parte), nos viene a decir que como todas estas reglas de ESG son un agujero tremendo, para qué ponerse tan finos con los offsets, si por el otro lado se nos escapan igual...
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