Jill Lepore hace un gran alegato contra la cultura de la cancelación de libros, esa verguenza moderna que tanto los de un lado como los de otro se empeñan en animar, y que tanto daño hace a nuestras sociedades. Y lo hace aprovechando precisamente el 50 aniversario de El Lorax, un libro que sigue siendo extremadamente recomendable (y cuya versión cinematográfica viene tan bien para mis presentaciones de escenarios energéticos).
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