Se refiere a los mercados creados, no los que emergen naturalmente. Un ejemplo claro: los mercados de emisiones; aunque ella utiliza como ejemplo los mercados de recursos naturales, el pago por servicios ambientales.
En todo caso: lo que me parece muy interesante, más allá de los resultados de los trabajos que utiliza como ejemplo, es su reflexión sobre las diferencias entre los mercados espontáneos y los mercados artificiales, sobre la importancia del diseño institucional, y sobre todo, sobre cómo unos y otros dan origen a distintas consecuencias, algunas de ellas indeseadas para los artificiales.
No hay comentarios:
Publicar un comentario