jueves, 31 de mayo de 2018
Educación básica y pobreza
Un estudio muy interesante en NadaesGratis sobre la relación entre gasto público y pobreza. Aunque difícil de interpretar en términos de causalidad, sí ofrece algún resultado de interés: el bajo efecto en la desigualdad de la educación universitaria (lo que de alguna forma reforzaría las teorías de Caplan); y el mayor efecto cuanto menor es el nivel educativo inicial de las familias. Otra cosa ya es si las conclusiones están realmente soportadas: aunque los resultados parecen indicar que el gasto educativo habría que concentrarlo en los menos favorecidos, y sobre todo en las etapas iniciales, la falta de causalidad creo que impide realmente concluir esto categóricamente, ya que podrían ser otras variables no consideradas las que estén detrás: por poner un ejemplo, quizá la mayor duración de la educación obligatoria (relacionada en parte con el mayor gasto) ayude a construir caracteres más emprendedores o productivos, o a generar círculos de amistades más beneficiosos...En todo caso, una cuestión crucial, y sobre la que hay menos investigación de la que haría falta.
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1 comentario:
Tendrian que ver la calidad de lo que estudian, y el ambiente en las escuelas. Por ejemplo, cuando yo estudié en Cuba el sistema era muy darwiniano, porque Fudel en realidad era un tipo muy rígido e insistía en obligar a trabajar duro (tengo entendido que eventualmente la flojera típica de la izquierda populista gano esa batalla y las escuelas aflojaron mucho). En los años 60 teníamos que pasar "pruebas de nivel" para ir de primaria a secundaria y bachillerato. En las escuelas se veía cierta segregación (o sea los más inteligentes estaban por casualidad en la misma aula). Y nos decían que si no estudiábamos duro y no pasábamos la prueba de nivel nos enviarían a la escuela para pescadores, braceros que cortaban la caña, o personal de construcción. También teníamos una disciplina política rígida, o sea no se podía hablar mal del gobierno o dudar lo que decía el genio máximo Fidel Castro. Eso eventualmente causó que me botaran de la escuela y que me escapara a los 14. Eventualmente me fue muy bien, y la disciplina que me impusieron en Cuba me hacía estudiar fanáticamente. Además no quería decepcionar a mis padres, pues ambos eran gente educada.
Más tarde he vivido en muchos países, envíe cuatro hijos míos y uno adoptado a varias escuelas, y he trabajado de voluntario en escuelas en barrios pobres en EEUU, y mi impresión es que el pobre desempeño viene mucho del ambiente familiar, la falta de disciplina, la calidad de los maestros, y hasta cierto punto de que los muchachos tengan el incentivo al ver que sí pueden salir mejor si estudian duro. O sea, el gasto debe orientarse más bien a pagar muy bien a los maestros para atraer a gente que sabe enseñar y usar el látigo, y el país debe tener un sistema político y económico para que los que estudian y se gradúan tengan un buen sueldo. Y por supuesto hay que asegurar que estudien algo útil. Esos cursos en "WOMEN'S STUDIES" y "ECONOMÍA MARXISTA" no tienen utilidad.
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