Tyler Cowen reflexiona sobre la economía política de esta cuestión (en EEUU, aunque la discusión no es tan distinta en Europa), concluyendo que lo ve muy complicado (otra cosa parece ser su uso a nivel interno, y voluntario, claro, en las empresas).
Y lo malo es que, si seguimos así, aunque efectivamente a corto plazo posiblemente no haya que entrar en la histeria (bueno, esto con matices), a largo plazo la cosa puede ponerse muy chunga, sobre todo en algunas regiones. ¿Qué hacemos? ¿Mercados de emisiones, con sus posibles problemas de equidad? ¿Lo fiamos todo a la tecnología, aunque en algunos campos no avanza tan rápido como nos gustaría?¿Volvemos a la política industrial? ¿Cerramos el carbón? Porque los esquemas voluntarios no tienen pinta de llevarnos tan lejos como nos gustaría...
Sí, ya sé que hay que tratar de ser más positivo (y normalmente yo lo soy), pero a ver si va a tener razón Santi y nos vamos a ir al carajo....:)
1 comentario:
Santi usa unos párrafos larguísimos y su nivel intelectual es demasiado alto para entenderse, a no ser que use dibujitos y algunas fotos para que el lector pueda enfriar las neuronas.
Eso del impuesto al carbón no está mal si eliminas los subsidios y otras distorsiones en él área energética.
En cuanto a los EEUU, su seguridad energética es mucho mejor que la de Europa. Este problema del calentamiento global no tiene prioridad con la población. La pudrición de su sistema político, la mala calidad de los candidatos, la política externa, la mala distribución de ingresos, y el terrorismo tienen más prioridad.
Publicar un comentario