viernes, 24 de noviembre de 2017

Pedir permiso, o pedir perdón?

Eso es lo que discuten Russ Roberts y Michael Munger en este podcast. Bastante irregular, en mi opinión, con momentos muy interesantes y otros bastante aburridos. Pero los ratos interesantes valen la pena, con un par de puntos en particular:

- Si de verdad quieres que las cosas funcionen bien en una empresa, tienes que crear una estructura en la que los empleados puedan tomar decisiones por sí mismos, sin necesidad de pedir permiso. Si, cuando hay un problema, el empleado tiene que pedir permiso para salirse del guión, seguramente el problema se magnifique y lo acabes pagando, y mucho. De nuevo, la importancia de delegar, de tener confianza, de descentralizar pero con rendición de cuentas.
- Los expertos son los menos indicados para innovar. Los profesores universitarios son un ejemplo. Conocemos tanto nuestra materia que no podemos salirnos de la "caja", nos cuesta mucho pensar de otra forma, plantearlo de otra manera, que es justo la forma en la que se avanza.

1 comentario:

Fernando Leanme dijo...

Delegacion de autoridad es un área delicada. Por ejemplo, el piloto de un avión no debe delegar el mando al copiloto para irse a conversar con su tía que está en el asiento 32B. La clave es tener cada puesto de trabajo bien descrito, incluyendo las competencias/conocimientos que se debe tener, y con una dirección clara sobre a quién debe consultar para desviarse de la rutina diaria.

Por ejemplo, el sistema de BP se rompió porque un ingeniero tomó la decisión de cambiar el plan de cementación del pozo Macondo. Para colmo después otro ingeniero decidió no revisar la calidad del cemento (algo que yo considero una negligencia monumental). Finalmente otras personas decidieron cambiar el barro en el pozo aunque las presiones no eran normales. En conclusión, en ese caso nunca debieron tener personas con la delegación de autoridad para combinar tantas decisiones tan malas y causar ese desastre.

Yo pienso que la clave es disminuir la frecuencia de reorganizaciones y cambios de las cadenas de mando, algo que empresas como BP hacen como cambiarse las medias. Delegar autoridad es mucho más fácil si la población sabe lo que hace, y sabe lo que hace la gente que los rodea. Y se debe incentivar el cambio y la innovación en la cultura, algo que incluye la habilidad de expresar opiniones en reuniones, escribir propuestas que sean leídas, y debatidas abiertamente. Finalmente hay que asegurar que los que nadan contra la corriente de manera disciplinada tengan el poder y presupuesto para experimentar (cuidadosamente).

Hablando de esto, todavía pienso que la manera de incentivar a la población para que reduzca emisiones en ciudades como Madrid es crear canales de trafico segregados y muy fáciles de navegar para coches pequeños y livianos (plazas de estacionamiento pequeñas deben estar incluidas en el diseño). La decisión sobre el motor y la tecnología serían decididos por el usuario. Pero si les das preferencia los coches bien pequeños serían muy populares, y eso reduciría las emisiones mucho más que subsidiar los coches eléctricos. Creo que el ganador sería un plug in híbrido de dos-tres plazas con una batería de 20 kwh.