jueves, 24 de noviembre de 2016
El Big Data puede acentuar la discriminación
No necesariamente de acuerdo con todos los puntos que se hacen en este libro que glosa Diane Coyle, pero es cierto que una utilización tecnocrática de los datos, por muy eficiente que sea, nos puede llevar a consecuencias claramente injustas. Y es cierto que, en cuanto que el Big Data refuerza las estructuras existentes, difícilmente ayudará a corregir injusticias. Un tema muy interesante para investigar por ejemplo desde la nueva red HEST que promueven los jesuitas en Europa, o desde nuestra Cátedra de Ciencia, Tecnología y Religión...
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentario:
En la fundación Innovación de Bankinter también acaban de publicar un rollete (perdón, un artículo) sobre tecnología y desigualdad: https://www.fundacionbankinter.org/web/bankinter/ficha-documento/-/detalle/95841/7416896f-9424-4af7-8c1b-931d5f9f9b64/tecnologia-y-desiguald-1/21732
La verdad, yo pondría todo esto en condicional: "si el big data fuera algo real y no un montón de humo para que los consultores puedan sacar (aún más) cuartos a los incautos, podría aumentar la desigualdad"
Pequeña batallita personal: hace la friolera de veinte años (como pasa el tiempo!) dediqué un montón de meses a venderle a una gran operadora multinacional de telecomunicaciones un carísimo "data mart" que iba a permitirles tener todo tipo de ventajas competitivas mediante el análisis minucioso de la información detallada de las llamadas de sus clientes. Al final no lo ganamos (se lo vendió un competidor), han pasado dos décadas y ¿sabes para qué ha servido el data mart? para absolutamente nada (como el 90% de las inversiones en TI, eso sí, como dice el inmarcesible Fernando, con el 10% restante se ha arruinado a los fabricantes de reglas de cálculo y calculadoras de mano)
Lo que acentúa la discriminación es la presión a la baja sobre los salarios de los trabajadores menos cualificados de una globalización diseñada para y por los más favorecidos (por su posesión de capital tanto físico como intelectual). Y detrás de la aceptación de ese diseño está la imposición de un sistema de valores que obliga a unos y a otros a maximizar la producción y adquisición de bienes materiales como único indicador de la posición social, que a su vez se reconoce como el único deseo sancionado por el grupo... en fin, mi matraquilla de siempre :-)
Publicar un comentario