Hace unos días Cristóbal Gallego me hizo llegar el libro que ha escrito con Marta Victoria y Daniel Carralero. Con Cristóbal no coincido en la orientación política, pero sí (aunque pueda parecer paradójico, yo creo que no tanto) en muchos de los mensajes sobre la transición energética, y también en la creencia de que esto debería ser una cuestión transversal, no polarizada, y en la importancia del diálogo. Y eso se refleja bastante en el libro.
El libro es muy recomendable. Presenta de una forma muy clara el dónde estamos y dónde tenemos que ir en la transición, sin apriorismos (bueno, un par de ellos, que luego comentaré) ni autocomplacencias. Y además plantea de forma muy honesta los conflictos inherentes a la misma, sin tratar de resolverlos de forma simplista o maniquea, algo a lo que desgraciadamente estamos muy acostumbrados en el debate político. Además, se lee en un vuelo, no se hace nada pesado.
Creo que, en general, comparto en más de un 90% los mensajes que transmite: que es una transición ineludible, que ya hay soluciones al menos para una parte significativa, que deberíamos comenzar a andar el camino, que hay que buscar consensos y diálogo, que hay que ser honesto en el planteamiento de las dificultades y conflictos que surgen...La verdad es que me podría quedar aquí, y concluir que deberíamos construir juntos sobre este 90%, que me parece más que suficiente, en lugar de ponernos a discutir sobre el 10% restante (que es lo que, en general, hacen nuestros políticos cada uno tratando de buscar su espacio en lugar de buscar el lugar común).
Pero como no soy político, sino analista curioso, no puedo renunciar a señalar algunos aspectos que creo hubieran podido hacer el libro aún más asumible por todos, o en los que creo que hace falta seguir trabajando. En parte también para tener temas para seguir dialogando con Cristóbal :).
Quizá algunos de estos aspectos se deban al hecho, entiendo que buscado expresamente, de que el libro está dirigido a una audiencia muy específica, la más cercana a los autores ideológicamente. Eso no es necesariamente malo, si el objetivo es convencer a los suyos de que esto hay que apoyarlo, y ayudarles a entender bien la cuestión. Pero claro, hace la lectura algo dura a veces, con descalificaciones del contrario en ocasiones merecidas, pero en otras más bien por defecto. Esto hace que determinados lectores pueden sentirse ofendidos o rechazados, algo que no contribuye precisamente a ese consenso explícitamente buscado por los autores; eso sí, sólo con los "civilizados", todavía no sé si me puedo considerar en ese grupo :).
Tampoco ayuda a buscar el consenso el tratar de apropiarse del concepto "verdadero" de la transición energética. Esto me recuerda a algunas guerras de religión. Creo que sería más efectivo de cara a avanzar y a buscar consensos aceptar que a la transición energética puede contribuirse desde distintas orientaciones, sin que deba existir un dogma que la identifique exclusivamente con la izquierda. La izquierda por supuesto tiene mucho que aportar a la transición, pero también el centro y la derecha no extrema.
Finalmente, y ya llegando a los temas más concretos donde hay que seguir hablando más:
- Sigo sin entender por qué el autoconsumo, o el mercado eléctrico marginalista, son temas ideológicos en sí mismos. El comentario que hacen respecto a esto cuando hablan del informe Draghi me ha parecido difícil de entender. Claro que hay cuestiones ideológicas alrededor de ellos, pero el autoconsumo, las comunidades energéticas, o el diseño del mercado eléctrico son medios, no fines en sí mismos. Medios que pueden emplearse para lograr unos fines u otros. Es sobre esos fines sobre los que creo que deberíamos discutir, no sobre los medios.
- Quizá la mayor divergencia entre lo que pensamos Cristóbal y yo esté en la forma de empujar la transición. Si no lo entiendo mal, los autores defienden hacerlo con inversión pública financiada con impuestos a los ricos (perdón por la simplificación). Yo creo que esto tiene un recorrido limitado, así que también deberíamos contemplar obtener recursos mediante la fiscalidad ambiental o energética (que no es injusta necesariamente, si se diseña bien y con compensaciones), y con incentivos bien diseñados, incluyendo señales de precio para evitar rebotes, que movilicen la inversión privada de forma correcta. Totalmente de acuerdo, eso sí, en que hay que plantear mejor la inversión pública, no puede ser que sigamos soltando pasta pública, incluso aunque venga de Europa, sin participar en los eventuales beneficios.
- Su planteamiento de la descarbonización de las ciudades me parece excesivamente optimista. No me parece tan sencillo lograrlo a corto plazo como proponen. Incluso la ciudad que ponen como ejemplo, Copenhague, sigue teniendo un 25% de cuota de vehículo privado, a pesar del tiempo que llevan tratando de echarles de la ciudad y de lo sencillo que es moverse por allí en bici.
- Otra cuestión a matizar es la de los conflictos con las renovables: no está de más recordar que muchos de estos conflictos no tienen origen en el ecologismo, sino en cuestiones de compartir rentas. Por ahí es donde hay que trabajar más.
- Por último, el tema del decrecimiento también daría para mucho más. Ellos no se meten en demasiados líos, y lo plantean como objetivo final...pero para mí lo verdaderamente complicado es cómo gestionar la transición: el decrecimiento supone pérdida de empleo hasta alcanzar el equilibrio, y esto es muy difícil de gestionar bien (aquí alguna entrada mía anterior al respecto). Sobre esto creo que pasan demasiado de puntillas.
En fin, un libro muy recomendable como digo, y una buena contribución al verdadero diálogo que deberíamos estar teniendo.
viernes, 30 de mayo de 2025
Un lugar al que llegar: Mapa político de la transición energética; de Carralero, Victoria y Gallego
jueves, 29 de mayo de 2025
Las razones de la competitividad china en tecnologías energéticas
Hannah Ritchie lo explica bastante bien: es la automatización, por encima de otras cosas. Esto debería ser relevante a la hora de diseñar una estrategia para fijar empleo en Europa, ¿no?
miércoles, 28 de mayo de 2025
Sobre el potencial del hidrógeno natural
Artículo muy interesante, aunque, claro, tampoco nos dice cuánto podremos utilizar...
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Over the past billion years, the Archaean crust alone has generated volumes of hydrogen energy equivalent to ca 170,000 years of present-day societal oil use. However, it is not known how much of this hydrogen has been preserved in societally relevant accumulations.
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Natural hydrogen accumulation requires a source rock, water within the source rock, transport and a trap to retain the hydrogen. The generation and preservation of a gas phase is essential for economic recovery.
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Gas accumulations of high-purity (>90%) hydrogen are known to occur (such as the Bourakebougou reserve found in Mali), but hydrogen mixed with helium, nitrogen and other gases are predicted in many settings.
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Helium, readily detected in near-surface fluids, provides a critical analogue to hydrogen, and can illustrate regional controls on deep gas release, transport and gas-phase formation.
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A basic understanding of the geological controls of hydrogen generation by radiolytic and water–rock reaction pathways exists and enables exploration to find the most prospective regions.
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The mantle is not a source of hydrogen gas found in the crust or near surface, as mantle-derived hydrogen is most stable as water at pressures and temperatures shallower than ca. 90 km depth.
martes, 27 de mayo de 2025
Los problemas de los SUV + impuestos por distancia
No es que diga nada nuevo, pero no viene mal recordar el resumen. Y yo al menos he aprendido lo de la regla de la cuarta potencia :).
La segunda cosa que he aprendido es que en Nueva Zelanda al menos ya están cobrando un impuesto variable por la distancia recorrida, sin necesidad de recurrir a problemáticos GPS (problemáticos entre otras cosas por problemas de privacidad): basta con anotar los km en la ITV...
lunes, 26 de mayo de 2025
Cómo combatir la desinformación y creencias infundadas
Súper-interesante trabajo sobre cómo es posible combatir eso que vivimos tanto en estos tiempos: las creencias erróneas (sobre cambio climático, sobre economía), tan alimentadas por la polarización y las redes. Y con soluciones:
Una de las estrategias más prometedoras para corregir creencias erróneas es lo que se conoce como corrección refutativa, propuesta desde la investigación en psicología cognitiva. Este enfoque no solo se limita a presentar los hechos correctos, sino que plantea claramente las creencias infundadas, explicando por qué son incorrectas y proporcionando evidencia clara que las contradice. Este método ha sido utilizado con éxito para reducir algunas creencias infundadas, como por ejemplo sobre el cambio climático o las vacunas y ha demostrado ser más efectivo que simplemente proporcionar la información científica sin abordar simultáneamente las creencias previas.
Luego cuentan que si le añades un video, aún es más potente. Pero que es difícil bajar de un 25% de gente empeñada en seguir manteniéndose en el error.
viernes, 23 de mayo de 2025
La visión de KKR sobre la transición energética
Muy interesante conversación con Emmanuel Lagarrigue, Partner y co-head of Global Climate en KKR. Perfectamente claro en cuanto al papel que puede jugar el hidrógeno, y también el de las redes.
Respecto a esto último, y ya que estamos...me parece flipante (bueno, como el resto de la mayoría de argumentos que circulan) este tema que está saliendo ahora a propósito del apagón de que lo que hay que hacer para evitar otro es invertir en redes e interconexiones, también promovido desde Europa. Sí, ya sé que esto del apagón cada cual lo interesa para defender lo suyo, pero por aclarar: a falta de que sepamos más, si como empieza a decirse una de las posibles causas del apagón son las sobretensiones, hay que recordar que las sobretensiones se producen en parte porque las redes van poco cargadas, no por lo contrario...Eso no quiere decir que no puedan venir bien más interconexiones (que, como ya he dicho alguna vez, tienen ventajas e inconvenientes, o dicho de otra forma, ganadores y perdedores) o más redes cuando hay problemas de congestión, claro. Pero mejor no engañar a la gente con esto.
jueves, 22 de mayo de 2025
Foro para la industria verde, de WRI
Gracias a Léo por la pista:
The Forum for International Green Industry (FIGI) is a
platform linking international policies and initiatives on industrial
decarbonization. The Forum covers international efforts of interest
related to cross-border developments in green cement, steel, hydrogen
and more. It facilitates exchange of information and increased
communication and coordination among international initiatives and the
policymaking and industry landscape.
miércoles, 21 de mayo de 2025
Penalizaciones en exámenes tipo test
En esta entrada Pedro Rey resume muy bien algunos problemas asociados con la penalización de respuestas erróneas en preguntas de elección múltiple. Pero en lo que no estoy tan de acuerdo es en su propuesta de solución: si quitamos la penalización, lo que hacemos es favorecer a los que menos saben (y sobre todo a los más arriesgados de entre ellos). Es decir, eliminamos un sesgo pero creamos otro.
Sinceramente, creo que es mejor una solución que él no comenta: utilizar penalizaciones variables según la forma en la que se responde, por ejemplo permitiendo más de una respuesta. Esto permite que los más aversos al riesgo, en lugar de jugársela a una, puedan elegir esas dos más posibles, por ejemplo. Esto no se me ha ocurrido a mí, lo desarrollaron si no estoy equivocado Peter Morales y Belén Urosa, y está implementado en el Moodle de Comillas, así que es relativamente sencillo de utilizar.
martes, 20 de mayo de 2025
Energía y emisiones asociadas al uso de ChatGPT
Según Hannah Ritchie, las emisiones de CO2 son despreciables. Las de energía ella dice que también, pero a mí no me lo parecen tanto para UK, por ejemplo: un 1% es lo que puede crecer la demanda en un año...y es lo que supone un uso intensivo de ChatGPT...En todo caso, es cierto que el impacto no es disparatado.
Los de MIT, en cambio, dan un mensaje algo más pesimista, no distinto en cuanto a la estimación energética de una consulta (que es la misma), sino en cuanto a la agregación de todas las consultas, y al potencial de crecimiento de la IA.
Relacionado: una guía sobre qué modelo utilizar (con alguna reflexión divertida al final), aquí va otra similar.
lunes, 19 de mayo de 2025
Entra en vigor la zona ECA del Mediterráneo
Recuerdo que, hace unos años, cuando se empezó a hablar de las medidas para reducir las emisiones de SO2 de los buques, la opción que se contemplaba era que esta zona de control de emisiones sólo afectara a los países del norte del Mediterráneo, con los consiguientes problemas de fuga de emisiones. Me deja mucho más tranquilo ver que ha entrado en vigor aplicando a todos los países ribereños.
viernes, 16 de mayo de 2025
La carrera de las tecnológicas entre la energía y la captura de CO2
Una historia muy interesante (y larga, buena para el finde) sobre cómo se entrelaza la reforestación, los fuegos, la explotación comercial, los créditos de carbono...y no siempre en el sentido deseado.
miércoles, 14 de mayo de 2025
La transición energética se estanca
O al menos eso es lo que interpreto yo tras leer el Global Energy Review de la IEA...
- Aumenta la demanda de electricidad. Esto podría indicar una cierta transición, ¿verdad? Pero no, no sustituye a otros vectores, es sólo más y más. Hay una parte que se puede explicar por mayores temperaturas (que a lo mejor siguen aumentando), el resto es centros de datos, industria...
- Y es que aumentan todas las fuentes energéticas, incluso el carbón. A nivel regional sí hay reducciones, pero es curioso (o no) que en China reducen más petróleo para transporte que en Europa…
- Podríamos decir que reducimos el crecimiento, y nuestra intensidad de carbono mejora, pero no somos capaces de reducir las emisiones, porque no contenemos la demanda. Ya ni siquiera en los países OCDE, donde también vuelve a crecer la demanda
- El crecimiento de los EVs es tremendo…pero no en Europa, que se supone que quería liderar la transición en esto también y ve como se reducen las ventas…
- Se reducen las mejoras en eficiencia, y las bombas de calor no crecen
Claramente hace falta algo más, llamado política.
martes, 13 de mayo de 2025
The economics of enough, de Coyle
Otro de esos libros que llevaba tiempo queriendo leer...y en este caso he tardado demasiado. Porque yo pensaba que el libro era más general, que iba a hacer propuestas sobre cómo lograr ese equilibrio necesario para la sostenibilidad, de una forma más sólida por ejemplo que Tim Jackson o Raworth. Y tenía muchas expectativas viniendo de Coyle, cuyo The Soulful Science me gustó mucho, y cuyas investigaciones sobre capital social valen mucho la pena. Pero no gestioné bien mis expectativas.
No porque el libro no contenga mucha sabiduría, que sí. Su diagnóstico sobre la situación es tremendamente actual, aunque esté escrito en 2011. Ya anticipa los problemas de polarización o de confianza en la política, y algunas de las cosas que dice sobre tecnología se pueden aplicar perfectamente al debate sobre la IA. También es muy actual su discusión sobre el decrecimiento.
Pero es que, aparte de que en algunas cosas como el debate climático se ha quedado algo anticuado, es que el libro es demasiado repetitivo, es más bien un ensayo demasiado estirado. Así que quizá valga la pena con leer su Manifiesto final, porque ahí resume el libro. Y, sobre todo, sus propuestas son demasiado genéricas.
En cualquier caso, os paso mi resumen de las ideas fundamentales:
La primera, su recordatorio sobre las amenazas para el estado del bienestar de una deuda creciente.
p4. In every OECD country the aginng of the population will inexorably increase government spending because state support of the elderly through one route or another is universal, whether it takes the form of pensions, subsidized health care, or other forms of social care.
The benefits they [the boomers] are enjoying are being paid for by mounting government debt, some of it acknowledged, but much of it simply implicit in the promises of what services the government will pay for. Those promises wil almost certainly be broken.
Ante esto, propone estas medidas algo genéricas (aunque seguramente correctas)
p12. How can a better balance between the present and the future be brought about? There are three elements needed to answer the challenge: measurement, values and institutions.El decrecimiento no lo considera como una posible solución:
p267. And yet people still want the economy to grow. It is wishful thinking to claim that economic growth doesn't increase happiness. it would be dangerously complacent to plan policies on the basis that citizens won't mind sacrificing growth for the sake of the environment or social cohesion. To do so would be to sacrifice any hope of gaining political traction for change. What's more, poor countries need to keep growing to reduce poverty and satisfy natural aspirations to reach the living standards of the leading economies. Rich countries need economic growth because otherwise if won't be possible to avoid the debt trap and create the political conditions for a less unequal and higher trust society.
Su propuesta va más bien por mejorar el capital social, algo que primero define bien:
Social capital consists of the set of relationships between the individual members of a society. Some of the connections between us are impersonal and take place through a monetary transaction; others are nonmarket relationships, that is nonfinancial and personal ties of various degrees of importance and strength. The stronger these nonmarket mutual relationships are between different people in a particular society, the greater the social capital.
Social capital defined in this way brings benefits to the people who make up the society in question, but not necessarily to those outside it. So depending on the context, it can be good or bad for the economy as a whole.
Y luego plantea que tenemos que mejorar:
p183. But the profound social impacts of fundamental technical change, whether it's steam or computing, mean that innovation must also include the social rules that organize the way we live together and cooperate. The rules haven't kept up with the technology. Now, just as in the early Victorian era, the mismatch between the underlying technological structure of the economy and the institutions governing the economy is the source of political and social upheavalUna de las cosas en las que tenemos que mejorar es en el diseño de los mercados, que, según ella, son imprescindibles, pero deben reflejar mejor nuestros valores:
p185. The benefits of markets in delivering good economic outcomes - the central claim of economics - depends on the values that structure those markets, because markets are social institutions that embody underlying values and cultural and social norms....Not all markets are immoral, but the operation of markets in recent times has become in some respects immoral.
p210. If desired social values are reflected in actual market institutions, markets remain the most powerful mechanism for delivering socially and economically beneficial outcomes. So one challenge now is to ensure that the way markets operate reflect fundamental social norms and values - how to make markets moral.
Y lo segundo en lo que tenemos que trabajar es en la justicia:
p234. Fairness is what makes the drive for an efficient economy politically legitimate
lunes, 12 de mayo de 2025
Consejos para ser buen profesor
Demostrar a los alumnos que les importas. Pero, sobre todo, aspirar a ser un tipo tan estupendo como mi amigo Emilio Cerdá.
viernes, 9 de mayo de 2025
Papeles de Energía: Instrumentos para la eficiencia energética
En este nuevo número de Papeles de Energía presentamos la evidencia acerca de las subvenciones para rehabilitación energética o sobre etiquetas energéticas, junto con una evaluación preliminar del sistema de certificados de ahorro energético en España. Muy recomendable. Como siempre, copio la intro y resumen a continuación:
En general, todos los planes de descarbonización de nuestras economías incluyen el ahorro y la eficiencia energética como uno de los vectores principales para lograr la reducción de emisiones a la vez que se mantiene el nivel de satisfacción de servicios energéticos demandados por los consumidores.
Así, por ejemplo, la Agencia Internacional de la Energía, en su World Energy Outlook, considera que, para cumplir con los objetivos de cambio climático, la demanda de energía global debe reducirse un 20% frente al nivel actual, o un 26% frente al nivel esperado sin cambios en las políticas. Lo mismo sucede a nivel europeo o español. Por ejemplo, el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima, en su última actualización, plantea mejorar la eficiencia energética primaria en un 43%, o, en otros términos, una mejora anual de la intensidad energética final del 3,1% anual hasta 2030.
Sin embargo, y más allá de las reducciones de consumo energético asociadas a la destrucción de la demanda industrial (como la asociada a la reciente crisis de 2022), lo cierto es que la eficiencia energética no avanza tan rápido como debería. Por ejemplo, frente a las reducciones anuales de la intensidad energética del 4%, que serían las estimadas por la Agencia Internacional de la Energía para cumplir con los objetivos de descarbonización, los últimos años sólo muestran reducciones de 1-2%.
Quizá una de las razones para este progreso menor de lo esperado es que, a pesar de las evidentes ventajas para economías y consumidores tanto en término de coste como de reducción de emisiones, es complejo encontrar un modelo de negocio viable para la eficiencia energética, en el que los agentes que deban movilizarla puedan rentabilizar sus esfuerzos. Existen distintas razones para ello: dificultad para acceder a la financiación, percepción de riesgo por los consumidores, información asimétrica o directamente falta de información, falta de atención…
Las políticas que pretenden promover la eficiencia energética deben pues diseñar instrumentos capaces de solventar estos problemas. En este número revisamos algunos de los instrumentos más habituales, desde distintas perspectivas.
Un primer instrumento es el que ayuda a financiar la inversión de los agentes mediante subsidios, que pueden ser proporcionados directamente, o bien canalizados a través de los llamados certificados blancos (o, en España, Certificados de Ahorro Energético o CAEs).
Louis-Gaëtan Giraudet, investigador del Centro Internacional de Investigación sobre Medio Ambiente y Desarrollo (CIRED), nos ofrece una amplia comparativa del funcionamiento de los subsidios (incluyendo los certificados blancos) para rehabilitación residencial en Francia, un país con un catálogo muy completo de este tipo de programas.
En general, estos programas son efectivos a la hora de aumentar las inversiones en eficiencia, aunque con un gran número de participantes “inframarginales”, es decir, que invertirían aun en ausencia de subsidios. Esto los hace poco eficientes en el uso de los fondos públicos. Sin embargo, cuando se añaden el resto de beneficios de estos programas (mejoras de salud, acceso a la financiación, etc.) entonces sí pueden ser atractivos.
Sin embargo, el autor recuerda que la clave reside en el diseño: así, los subsidios “por unidad” y no “por gasto” generan menos distorsiones; su focalización en los hogares vulnerables los hace más eficientes (aparte de más equitativos); y los programas gestionados a nivel local muestran propiedades más favorables. Los programas gestionados directamente por las compañías energéticas no presentan atributos más positivos que los públicos, lo que puede recomendar fusionarlos.
Como decíamos, uno de los programas analizados por Giraudet es el de certificados blancos, establecidos en Francia en 2006. Este sistema consiste en fijar una cuota de ahorro energético para agentes como los comercializadores de energía, y permitirles cumplirla mediante la presentación de certificados de ahorro. Estos certificados, a su vez, se emiten contra la instalación de equipos que ahorren energía (por ejemplo, una caldera más eficiente, o un equipo de recuperación de calor). Quizá su atributo más interesante es que pueden ser comprados y vendidos en un mercado, que por tanto pone precio a dichas actuaciones, y que a través de esa señal permite que sean los agentes más eficientes los que las realicen, y también que se identifiquen las actuaciones más económicas.
En España han sido recientemente implantados, y Jon Macías, Chief Commercial Officer de EDISON NEXT, y presidente de la Junta de la Asociación Nacional de Empresas de Eficiencia Energética (ANESE), nos muestra el presente de los CAEs en España, y sus perspectivas de futuro.
Los CAEs se implantaron en España en 2023 para que las empresas pudieran sustituir las aportaciones económicas que hasta ese momento hacían al Fondo Nacional de Eficiencia Energética (FNEE) por ahorros de energía certificados mediante los citados CAEs. Las actuaciones que permiten generar CAEs están recogidas en un catálogo con 114 fichas, y además se permiten acciones singulares. Entre estas actuaciones están los sistemas de monitorización energética, el reemplazo de calderas, o el cambio de sistemas de iluminación.
En España los sujetos obligados a ahorrar energía son las comercializadoras de gas y electricidad, y los operadores al por mayor de productos petróliferos y GLP, que son por ello los interesados en adquirir estos CAEs para evitar la contribución económica al FNEE.
El balance de implementación de los CAEs hasta ahora es positivo: en 2024 se realizaron más de 1.200 actuaciones, con un ahorro de 2 TWh de energía final, que equivale al 1% de las emisiones anuales de CO2 de la industria. Los ingresos estimados por los CAEs son de 230 millones de euros. Ahora bien, la mayoría de los CAEs vienen de 78 actuaciones singulares en el sector industrial.
El autor considera que el futuro del sistema es prometedor, pero requiere que tanto el sector público como el privado sigan apostando por su desarrollo. En este sentido, las obligaciones de ahorro (y por tanto la necesidad de CAEs) son crecientes en los próximos años, por lo que se espera que este mercado crezca hasta unos 1.700 millones de euros.
Otro instrumento que trata de incentivar la eficiencia energética son las etiquetas energéticas, promovidas por la Unión Europea e implantadas en los Estados Miembros. Las etiquetas tratan de solucionar los problemas de falta de información por parte de los consumidores, proporcionando datos sobre los consumos esperados, y en ocasiones, sobre los gastos previstos.
Ivan Petrov y Eleanor Denny, de Trinity College Dublin, nos ofrecen una visión amplia de la evidencia empírica reciente acerca del uso de las etiquetas energéticas en dos de las mayores compras que hacen los hogares: viviendas y vehículos. Tras introducir la problemática general de la eficiencia energética de una forma clara y accesible, los autores pasan a discutir el papel que la información vía etiquetas juega en la compra de viviendas y vehículos. Básicamente, las etiquetas tratan de resolver el fallo de información, que a su vez, supone una barrera para la inversión en eficiencia.
En su revisión de la literatura, los autores encuentran que las viviendas más eficientes se venden a precios mayores, y que por tanto el etiquetado mejora el bienestar en el mercado inmobiliario, en particular en el mercado del alquiler, en el que la información sobre la eficiencia energética tiene aún mayor valor. En cuanto a los vehículos, las etiquetas no se han demostrado tan efectivas, quizá porque hay otros atributos mucho más importantes para el comprador, o porque el consumidor no termina de “fiarse” de la información de las etiquetas, a la vista de algunas divergencias observadas entre consumos reales y teóricos.
En cualquier caso, los autores advierten de que para que las etiquetas funcionen bien es necesario que trasladen la información de forma entendible y realista. Y también que no son capaces de solucionar todas las barreras para la eficiencia energética.
Otro ámbito en el que las etiquetas energéticas han demostrado su capacidad de incentivar la compra de equipos más eficientes es en los electrodomésticos. Elena López-Bernabé, de la U. de Castilla-La Mancha, y Amaia de Ayala e Ibon Galarraga, de la Universidad del País Vasco y BC3, resumen sus investigaciones sobre el caso de las lavadoras en España.
En este caso, los investigadores encuentran que el consumidor está dispuesto a pagar una prima del 11% sobre el precio final para las lavadoras con mayor nivel de eficiencia. Esta prima además ha aumentado desde las primeras estimaciones hace más de 10 años. La prima es inferior a la que se encuentra para frigoríficos (que se utilizan más) o superior a la de otros electrodomésticos de menor uso, reflejando pues que el consumidor se comporta de forma racional. Además, también se observan diferencias en las primas en función de criterios culturales o medioambientales.
Los autores subrayan el papel que puede jugar el conocimiento de esta prima, por ejemplo a la hora de diseñar políticas de subsidios que eviten el comportamiento inframarginal citado anteriormente. Y también recuerdan la importancia de las políticas de promoción e información para que los consumidores respondan a estas etiquetas.
En todo caso, y como siempre, les recomiendo leer los artículos al completo, ya que enconttrarán múltiples resultados y reflexiones de interés acerca de la mejor forma de promover la eficiencia energética, clave para la transición.
jueves, 8 de mayo de 2025
Captura de CO2 a escala masiva?
Eso es lo que propone Austin Vernon en esta entrada larga y bastante friqui, pero interesante. Es una de las tecnologías que se valoran en el proyecto SEAO2-CDR, pero aquí proponen hacerlo en tierra, lo que tiene ventajas en inconvenientes.
miércoles, 7 de mayo de 2025
Al fin, un repositorio nuclear permanente parece estar más cerca (pero no en España)
Parace que en Finlandia han comenzado (aunque algunos dudan que lo consigan). Esto es lo que tenía que lograr cualquier país que utilice la nuclear...porque si no, extiendas o no la vida de las centrales, si los residuos siguen estando en las piscinas de las centrales o en sitios peores, seguimos teniendo un problema.
martes, 6 de mayo de 2025
Sobre el monopolio de China con las tierras raras
Una de las conclusiones de este artículo es que no es tan difícil de romper, que lo crearon básicamente porque nadie más quería meterse en ello...
lunes, 5 de mayo de 2025
Costes y beneficios del cotilleo
El otro día, en una reunión en la que hablábamos de IA, redes sociales, etc., yo decía que, realmente, las redes sociales lo que hacen es amplificar un comportamiento que siempre hemos tenido, el cotilleo, con sus ventajas e inconvenientes. Y decía que me parecería apasionante entender cuáles son los factores que por ejemplo pueden explicar el papel de las redes sociales en la polarización, o en la generación de normas sociales comunes, porque en principio podrían hacer las dos cosas, quizá dependiendo del algoritmo que se elija...Voy a ver si encuentro a algún experto que me ayude.
viernes, 2 de mayo de 2025
Mis dos céntimos sobre el apagón
Tengo que empezar diciendo que, yo, de este tema, sé poco (quizá algo más que un tipo de la calle, sí, pero no mucho más). En el IIT hay gente que sabe muchísimo más, y estoy deseando escucharles para que me ayuden a entender qué puede haber pasado, algo para lo que aún falta mucha información; hacer conjeturas ahora no tiene mucho interés, así que no pienso hacerlo.
Mientras, recomiendo por ejemplo leer lo que ha escrito Mariano Ventosa. En cambio, no recomiendo en absoluto recurrir a los medios (y menos aún a ese whatsapp familiar): mucho de lo que he leído en ellos no tiene ningún sentido ni ningún criterio. Medias verdades, malos entendidos, conjeturas atrevidas, tergiversaciones, de un lado y de otro, cada cual intentando arrimar el ascua a su sardina, en este "blame game" generalizado y polarizado que domina la sociedad (sólo tenemos que acordarnos de la dana de Valencia). Incluyendo en este saco por supuesto al Gobierno, con declaraciones que me dejan pasmado.
En todo caso, y hasta que sepamos mejor qué ha pasado, y desde mi ignorancia reconocida, sólo algunas reflexiones, no nuevas, pero sí quizá las más importantes para mí:
- Como bien comienza diciendo Mariano, hay que ser conscientes de que el riesgo de un apagón como este u otros nunca será cero, porque el coste de lograrlo sería infinito. Habrá que encontrar un balance adecuado entre el riesgo y sus consecuencias, y el coste de evitarlo (algo para lo que es fundamental entender bien cuál es el coste de la energía no suministrada). Nótese que esto no debe ser utilizado como una excusa para justificar este apagón, que a lo mejor sí podía haberse evitado.
- Precisamente por lo anterior, para mí, y supongo que para mucha gente sensata, lo más importante de este evento no es tanto quién o quienes tienen la culpa, sino las lecciones que aprendemos para reducir la posibilidad de otro. Más allá de medidas costosas, también podremos aprender posibles cambios en los protocolos o sistemas que nos ayudarán. O acordarnos de revisar el buen estado de los sistemas de emergencia, que están precisamente para esto, pero que tienen que estar bien mantenidos. De nuevo, todo esto si nuestro objetivo es aprender, y no cargarle el muerto al de al lado. Eso sí, esa evaluación tiene que ser independiente de todos los agentes implicados (el Gobierno tampoco es independiente en esto, y menos aún después de escuchar sus declaraciones; ni siquiera ENTSO-E, de la que es socia REE).
- La tercera: la transición hacia un sistema totalmente descarbonizado, absolutamente deseable, requiere cambiar algunos paradigmas de seguridad. En este documento que escribimos ya hace un tiempo, mi referencia en estos temas, Luis Rouco, escribe sobre la fiabilidad de los sistemas con alta penetración renovable. Una lectura absolutamente recomendable estos días. Aquí tenéis el video con su resumen.
La última (y aquí sí reconozco que llevo algo el ascua a mi sardina) es algo en lo que ya aquí llevamos trabajando un tiempo, con Manu Pérez Bravo: ¿os imagináis qué hubiera pasado el día del apagón si todos los coches hubieran sido eléctricos? La creciente conexión entre la movilidad y el sistema eléctrico hace que nos tengamos que replantear tanto las métricas como los protocolos de resiliencia de la movilidad, y también entender las consecuencias que puede tener una movilidad eléctrica para la fiabilidad del sector eléctrico. Y esto en los dos sentidos, claro, porque los coches eléctricos también influyen en la fiabilidad del sistema eléctrico. En unos días esperamos tener listo un primer documento de trabajo sobre esto (menuda casualidad, desafortunada). Manu utiliza un modelo desarrollado junto con Antonio Rodríguez Matas que también viene al pelo para esta discusión, porque permite tomar decisiones robustas frente a incertidumbres como a las que nos enfrentamos. Podéis leer las publicaciones de Antonio en su web.
Gracias a Pablo Pintos por ayudarme a pensar sobre esto, con una buena cerveza belga de por medio.