Interesante leer cómo evoluciona uno de los últimos culebrones del fraude científico, y cómo los sistemas legales hacen incluso más complicado que haya gente que denuncie los posibles problemas. Tim Harford cree, con razón, que hay que cambiar el sistema desde el origen, y no dejárselo a la voluntad de los investigadores.
ADD: Cuando las cosas salen justo en la dirección contraria.
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