David Roberts nos cuenta el escenario elaborado por Rewiring America para descarbonizar EEUU rápidamente. Un escenario interesante, sobre todo por su factibilidad técnica, pero con algunos asuntos complicados:
- El principal es el coste: una transformación tan radical como la que se plantea tiene un coste muy elevado, sobre todo para las familias. Los autores lo despachan tranquilamente diciendo que el único problema es la financiación...pero a mí no me parece tan sencillo, porque al fin y al cabo el dinero tendrá que salir de algún sitio...y por tanto supondrá una reducción del nivel de consumo. No digo que esto no valga la pena, sólo que no es gratis.
- La discusión sobre la reducción de la demanda es un poco falsa: por supuesto que abandonar los fósiles reduce la energía primaria, pero esto es una convención estadística. De hecho, no es la electrificación en sí misma la que consigue reducir la demanda a este nivel tan elevado, es la sustitución de fósiles por renovables.
- El tercer tema es la industria: claro, si el cemento sólo supone un 1% del consumo de energía, y además consideran que los cambios tecnológicos en el acero o el aluminio se pueden conseguir casi instantáneamente, efectivamente el problema es sencillo. Pero yo, sinceramente, creo que estos cambios no son ni mucho menos instantáneos.
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