Parece que, en algunos casos (a mí reconozco que no me afecta demasiado, al menos por ahora), ChatGPT puede hacer cambiar la forma de evaluar el aprendizaje y también la producción investigadora. En todo caso, creo que el objetivo debería ser no tanto luchar contra estos desarrollos (básicamente porque dudo que tuviéramos ningún éxito) sino reflexionar sobre cómo integrarlo y aprovecharlo para la docencia y la investigación. Aquí hay un ejemplo.
En todo caso, parece que OpenAI está trabajando para poner una marca de agua en lo que ChatGPT produzca.
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