Desde hace tiempo habíamos hablado siempre Checa y yo de extender los estudios de pobreza energética a Estados Unidos, donde curiosamente, el tema no se había analizado mucho. Bueno, pues parece que ya hay alguien que lo ha hecho. Mohr en este paper estudia el problema a nivel nacional, a partir de una encuesta de usos energéticos residenciales, y en particular, mira las diferencias entre vivienda propia y vivienda en alquiler, algo sobre lo que nosotros ya habíamos llamado la atención para el caso español. Luego utiliza un enfoque similar al nuestro para entender los factores que explican la vulnerabilidad.
El problema es que, en su análisis nacional, recurre a indicadores como el del 10% o el del doble de la mediana, que resultan en un número de falsos positivos bastante alto. Aunque lo corrigen teniendo en cuenta sólo a los hogares con rentas bajas, hay enfoques mejores como el MIS que a lo mejor hubiera dado otros resultados.
En cualquier caso, hay algunas ideas interesantes:
- Los que viven en alquiler tienen una renta inferior a los que poseen vivienda en propiedad. Esto confirma la relación entre el régimen de tenencia y la renta familiar, y por tanto, la pobreza energética; y además crea un problema de más difícil solución, ya que el que debe hacer las inversiones para mejorar la eficiencia energética es el casero, y no el inquilino...Se observa también por ejemplo que las viviendas en alquiler utilizan más electricidad para calefacción, menos eficiente (aunque con costes de capital menores), y que en todos casos son menos eficientes energéticamente.
- Curiosamente, los autores no nos dicen cuál es la proporción total de hogares en pobreza energética (quizá en parte para evitar contabilizar falsos positivos)...sólo por deciles de renta y por régimen de tenencia. Así que no podemos comparar con otros países. Sí vemos cómo para el primer decil de renta, una fracción muy significativa de los propietarios, y casi todos los inquilinos, estarían en pobreza energética, algo que desaparece al pasar al tercer decil en propietarios y al quinto en inquilinos.
- En cuanto a los factores que explican la vulnerabilidad: en el Noreste son la edad de la vivienda y la edad de los ocupantes, así como, negativamente, el nivel de educación y el empleo. En cambio, en el Sureste, los más mayores tienen menos probabililidad de estar en situación de pobreza (seguramente por la renta, mayor para los jubilados en el sur). También influye el nivel de aislamiento de la vivienda (curiosamente no en el Noreste, según los autores por las distintas exigencias de aislamiento en los distintos estados). Salvo esto, la eficiencia energética de la vivienda no parece un factor significativo, o al menos, difícil de separar de la renta. Tampoco es significativo el número de menores (en España sí lo era).
Eso sí, como subrayan los autores al final, quedan muchos aspectos por investigar, así que todavía hay hueco para investigadores interesados :).
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