miércoles, 31 de julio de 2024

Descarbonizando el transporte de mercancías

Hace poco (cuando estaba en el Camino) se publicó el estudio de Oikos sobre descarbonización del transporte, que se centra, correctamente en mi opinión, en la electrificación del transporte ligero de mercancías, un segmento responsable de un volumen no despreciable de emisiones de CO2, en el que el vehículo eléctrico ya es competitivo, pero que tiene problemas de acceso al capital. Oikos propone como medida fundamental para ello un sistema de garantías públicas para rebajar el coste de la financiación. También plantean medidas para desplegar mejor la infraestructura de recarga, o promover el MaaS (aunque aquí no está muy claro cómo van a promocionar el car pooling, que es el que realmente ahorra más emisiones).

El transporte de mercancías de larga distancia ya es otra cosa, claro, aunque también a largo plazo nuestros últimos análisis muestran que la electrificación puede ser la mejor solución. Entre tanto, ya empieza a haber soluciones de electrificación parcial que pueden ser interesantes.

Y con esta entrada, el blog descansa de su ritmo habitual hasta final de Agosto. Como siempre, si leo algo interesante, lo colgaré. Buen verano para todos!


martes, 30 de julio de 2024

La historia de la revisión por pares

 Curiosa. El argumento de Nature para implantarlo en el 73 es impagable: "raise the journal above accusations of cronyism and elitism." Se podría pensar que ahora la revisión por pares sufre justo de estos problemas :)

viernes, 26 de julio de 2024

Enfoques alternativos para la neutralidad climática en las empresas

 A la vista de lo complicado que es demostrar la neutralidad mediante offsets o certificados renovables, en este artículo de MIT TR nos cuentan un enfoque alternativo, que pretende maximizar las reducciones efectivas aunque no necesariamente lleven a la neutralidad:

Instead of trying to cancel out every ongoing ton of emissions, a company might pick a percentage of its revenue or set a defensible carbon price on those tons, and then dedicate all that money toward achieving the maximum climate benefit the money can buy, says Libby Blanchard, a research scholar at the University of Cambridge. (She coauthored the paper on the contribution model with Barbara Haya of the University of California, Berkeley, and Bill Anderegg at the University of Utah.)

Relacionado, los problemas de Running Tide.

jueves, 25 de julio de 2024

La estabilidad del gasto en energía

Vía Michael Grubb, este paper que dice que, a largo plazo, el gasto en energía se mantiene muy constante como % del PIB (un 7%): los cambios en precios se absorben con eficiencia energética, tanto en un sentido como en otro (algo en mi opinión similar al efecto Khazoom-Brookes). Esto evidentemente tiene muchas implicaciones para la política y sus potenciales efectos, como bien explican.

martes, 23 de julio de 2024

La moralidad de los mercados

Relacionado ciertamente con la entrada de ayer,  Jean Tirole y Mathias Dewatripoint acaban de publicar este artículo en el JPE (aquí la versión libre) sobre un tema en el que Tirole ya llevaba trabajando tiempo.

Su conclusión: que la competencia en los mercados no elimina la moralidad, aunque sí puede reducir los estándares de los proveedores éticos o de las organizaciones sin ánimo de lucro.

Scholars and civil society have argued that competition erodes supplier morality. This paper establishes a robust irrelevance result, whereby intense market competition does not crowd out consequentialist ethics; it thereby issues a strong warning against the wholesale moral condem- nation of markets and procompetitive institutions. Intense competi- tion, while not altering the behavior of profitable suppliers, may, how- ever, reduce the standards of highly ethical suppliers or not-for-profits, raising the potential need to protect the latter in the marketplace.

lunes, 22 de julio de 2024

Sobre capitalismo y cambio climático

 Me mandó Álvaro mientras hacía el Camino esta revisión de un libro del que también se hace eco Martin Wolf. Como le dije a Álvaro, yo estoy de acuerdo con Wolf (y con cualquier persona sensata, espero) en que por supuesto el mercado por sí mismo no es capaz de solucionar el problema del cambio climático. Como tantas veces hemos leído, el cambio climático es el mejor y más perfecto ejemplo de una externalidad global. Y por tanto hace falta regularlo. En este sentido, yo nunca he sido tan optimista como Wolf: sí, las renovables entrarán fundamentalmente por mercado, pero hay muchas otras cosas que hacer (como por ejemplo descarbonizar el transporte) para las que son necesarias políticas mucho más ambiciosas, como las que tuvimos antes con las renovables (eso sí, mejor diseñadas a poder ser).

En lo que tampoco estoy de acuerdo con Wolf es en su comentario acerca del libro de Christophers (aunque como Wolf es muy listo dice "si es que tiene razón"...). No he leído el libro, sólo la reseña que me mandó Álvaro, pero ya sé que no tengo ninguna gana de leerlo, si la reseña está bien hecha. Porque decir que como el mercado marginalista no permite a las renovables (o al almacenamiento) recuperar precio, entonces hace falta cargarse el sistema capitalista, me parece una solemne tontería: lo que hace falta es diseñar bien los mercados, y dejar de crear incentivos perversos. Con mercados de largo plazo las renovables y el almacenamiento recuperan lo necesario. En cambio, si volvemos a un sistema planificado, tendremos grandes posibilidades de sobrerretribuir, como hemos hecho casi siempre. Yo personalmente creo que la solución es intermedia: hace falta regulación, por supuesto, pero también aprovechar en todo lo posible la información de los mercados, que normalmente está fuera del alcance de los reguladores.

viernes, 19 de julio de 2024

El papel del hidrógeno en la transición energética

 Nuevo número de Papeles de Energía, realizado en colaboración con la Cátedra de Estudios sobre el Hidrógeno. En mi humilde opinión, ofrece una buena visión sobre este tema tanto a nivel internacional como en España:

En pocos años, el hidrógeno, al que frecuentemente se le pone el apellido de verde o renovable, ha pasado a ocupar un espacio cada vez mayor en el debate en torno al cambio de modelo energético y la descarbonización de la economía.
A modo de ejemplo de la velocidad a la que avanza la ambición en materia de hidrógeno, cabe mencionar que la Hoja de Ruta del Hidrógeno europea publicada en julio de 2020 estimaba una demanda de hidrógeno de 5 Mt para el año 2030 y, menos de dos años después, el plan RePowerEU presentado por la Comisión Europea en mayo de 2020 elevaba este objetivo hasta las 20 Mt, la mitad de las cuales serían producidas dentro de la Unión. De igual manera, en España, el objetivo de capacidad de electrólisis ha escalado desde los 4 GW marcados por la Hoja de Ruta del Hidrógeno Renovable de octubre de 2020 hasta los 11 GW en el borrador de actualización del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima de junio de 2023. 

La producción y el uso de hidrógeno son procesos ampliamente establecidos en diversos sectores industriales donde es empleado como materia prima, tales como el refino de petróleo, los fertilizantes, la industria química o el acero. Según datos de la Agencia Internacional de la Energía, el consumo global de hidrógeno alcanzó los 95 Mt en el año 2022. En el caso de España, según datos del Observatorio Europeo del Hidrógeno, el consumo de hidrógeno superó las 610 kt en 2022, lo que traducido a términos energéticos representaría cerca del 6% de la demanda nacional de gas natural.  

Cabe entonces preguntarse el porqué de esta repentina popularidad del hidrógeno como vector energético . Para responder esta pregunta es preciso retrotraerse al Acuerdo de París firmado en el año 2015 por el que los países firmantes se comprometían a trabajar para contener el incremento de la temperatura media global por debajo de los 2ºC y perseguir esfuerzos adicionales para limitarlo a 1,5ºC. 

Al analizar qué era necesario para cumplir este objetivo, quedó patente que la descarbonización de la economía debía ser profunda; hasta el punto de que mucho países y regiones han anunciado sus compromisos de alcanzar la neutralidad de emisiones en torno al año 2050. Asimismo, las emisiones netas cero no son factibles exclusivamente mediante la expansión de la capacidad eléctrica renovable y la electrificación directa de la demanda energética. Para cerrar esta brecha de descarbonización, son necesarios combustibles renovables como los biocombustibles, el hidrógeno y sus derivados, como por ejemplo amoniaco, metanol, o combustibles sintéticos. En el argot de la normativa europea, siempre que se cumplan una serie de condiciones, estos últimos se denominan combustibles renovables de origen no biológico. 

A su vez, esto implica que el hidrógeno ha de penetrar en sectores donde nunca ha estado presente. Anteriormente ya se ha mencionado que el refino de petróleo constituye el principal demandante de hidrógeno. Éste se obtiene en parte como subproducto de los procesos de la refinería, mientras que la fracción restante se produce mediante el reformado con vapor del gas natural fósil, emitiendo en torno a 9 kg de dióxido de carbono por cada kg de hidrógeno. En algunos países con acceso a carbón a bajo coste, en lugar de emplear gas natural, se produce hidrógeno por medio de la gasificación del carbón, emitiendo cerca de 21kg de CO2 por cada kg de hidrógeno. Los otros grandes consumidores de hidrógeno son la producción de amoniaco para fabricación de fertilizantes y, en menor medida, la síntesis de metanol y el acero. En todos estos casos, el hidrógeno se obtiene de los combustibles fósiles, mayoritariamente en la misma planta donde se consume. 

En cambio, en la mayoría de los casos los escenarios futuros señalan un consumo de hidrógeno notablemente mayor que el actual. Además de los sectores industriales anteriores que usan el hidrógeno como materia prima, se prevé una utilización de hidrógeno y sus derivados como combustible en usos industriales que requieren altas temperaturas o para el transporte pesado por carretera, aviación y transporte marítimo. No obstante, las previsiones de demanda futura de hidrógeno pueden variar muy significativamente en función de las hipótesis realizadas en cuanto a medidas de eficiencia energética, captura y secuestro de dióxido de carbono, o uso de biocombustibles.

Además de emplear hidrógeno en nuevos sectores, es preciso abandonar las vías convencionales de producción basadas en combustibles fósiles sin abatimiento de emisiones, y sustituirlas por otras con bajas emisiones de carbono. De no ser así, el aumento en el uso de hidrógeno traería consigo un indeseado incremento de las emisiones de CO2. Pese a que se están explorando múltiples vías para obtener hidrógeno con bajas emisiones, la electrólisis del agua es que la está recibiendo más atención por parte de los reguladores e inversores. Dicho proceso consiste, a grandes rasgos, en descomponer el agua (H2O) en hidrógeno (H2) y oxígeno (O2) mediante la aplicación de una corriente eléctrica. En la medida en que la electricidad aportada sea de origen renovable, el hidrógeno obtenido será considerado como verde o renovable. En adelante, a menos que se indique lo contrario, el texto se referirá siempre al hidrógeno electrolítico.  

En conclusión, podemos decir que el hidrógeno ha pasado a ocupar un papel central en el debate energético a raíz de la necesidad de descarbonizar sectores de difícil electrificación. Esto conlleva sustituir el uso de combustibles fósiles por hidrógeno u otros combustibles derivados del hidrógeno en aquellos sectores que ya emplean hidrógeno como materia prima, así como en otros sectores que precisan de combustibles renovables para su descarbonización, tales como demandas térmicas industriales de alta temperatura o transporte pesado. Adicionalmente, para lograr reducir la intensidad de carbono, este hidrógeno ha de producirse por vías con bajas emisiones, siendo la electrólisis del agua alimentada por electricidad de origen renovable aquella sobre la que más atención recae.
No obstante, es importante gestionar las expectativas depositadas en este vector energético y comprender que el desarrollo del sector del hidrógeno es un proceso a largo plazo sujeto a importantes incertidumbres que requiere de tiempo suficiente para lograr la madurez tecnológica, acumular experiencia, o adecuar y desarrollar la regulación necesaria. 

En este número pretendemos, con la ayuda de la Cátedra de Estudios sobre el Hidrógeno de la Universidad Pontificia Comillas, ofrecer una visión introductoria pero lo más completa posible sobre la situación del hidrógeno tanto a nivel global como en España.
En primer lugar, Alejandro Núñez-Jiménez y Nicola De Blasio, investigadores de ETH Zurich y Harvard University, analizan la dimensión internacional del hidrógeno renovable, una dimensión asociada a la capacidad de transportar el hidrógeno (o sus derivados) que no tienen otras tecnologías renovables. Los autores indican que distintos países probablemente asumirán diferentes roles en función no sólo de sus recursos de energía renovable y agua, sino también de su potencial de infraestructura y estrategias políticas. Y que la estrategia que decida perseguir cada país o región, y la capacidad de coordinación entre ellos, determinarán el desarrollo del hidrógeno renovable y la emergencia de mercados competitivos y seguros, algo que también tendrá importantes implicaciones económicas y geopolíticas.

Por ejemplo, a nivel europeo, Núñez-Jiménez y De Blasio en sus análisis encuentran que los países extraeuropeos (por ejemplo Marruecos) tienen más capacidad para producir hidrógeno a gran escala y a costes competitivos que los países de la UE. También nos recuerdan que la dificultad de producir hidrógeno competitivo puede afectar a la continuidad de algunas regiones industriales, como la industria química europea. Y, por último, que la incertidumbre alrededor de todos los desarrollos de producción y de demanda compromete la construcción de las necesarias infraestructuras de transporte, otro desafío crucial que requiere inversiones significativas y coordinación internacional para conectar regiones productoras y consumidoras.

A continuación, Santiago Serna y Rafael Cossent, de la Cátedra de Estudios sobre el Hidrógeno de la U.P. Comillas nos ofrecen una panorámica completa de la situación de los proyectos de hidrógeno en España. Los autores subrayan el evidente interés por esta molécula, con el PNIEC elevando el objetivo de electrólisis a 11 GW para 2030 respecto a los 4 GW marcados por la Hoja de Ruta, y con un gran número de proyectos anunciados. A fecha de publicación de este artículo, la Cátedra de Estudios Sobre el Hidrógeno contabiliza 166 proyectos con una capacidad total de 22 GW, aunque sólo 30 MW están operativos y la gran mayoría de proyectos están en etapas muy tempranas de desarrollo.
Para fomentar la decisión final de inversión y que estos proyectos anunciados se conviertan en una realidad, existen numerosos programas de ayuda tanto a nivel nacional como europeo. Entre los programas a nivel europeo destaca el Banco Europeo del Hidrógeno, el Fondo de Innovación o los Proyectos Importantes de Interés Común Europeo (IPCEI). A nivel nacional destaca el PERTE ERHA, que destina 3 200 M€ a la financiación del hidrógeno mediante distintas líneas de actuación y que hasta la fecha han ejecutado 624 M€. Entre los proyectos subvencionados, 39 se dirigen a la producción de hidrógeno sumando 772 MW de electrólisis.

No obstante, hay numerosos retos que aún se deben solventar. El primero de ellos es la reducción de los costes de producción, que siguen siendo altos en comparación con otros combustibles. El acceso al agua, aunque la demanda agregada no sea desproporcionada en volumen, puede presentar desafíos de accesibilidad y estacionalidad a nivel local. Por último, es fundamental fomentar la creación de demanda, ya que muchos sectores necesitan adaptar sus equipos, vehículos y/o procesos, lo que implica grandes inversiones. Esto podría retrasar la adopción del hidrógeno renovable, incluso si se vuelve competitivo en precio, debido a la falta de consumidores preparados para usarlo.


Tras esta panorámica general, distintas empresas colaboradoras de la Cátedra de Estudios sobre el Hidrógeno presentan sus proyectos y visiones sobre el desarrollo del hidrógeno en España.

Así, Héctor Carbonell, del grupo Air Products describe las instalaciones que este grupo a puesto en marcha a nivel mundial. En particular, el autor ofrece detalles de las instalaciones de repostaje de hidrógeno para vehículos con pila de combustible, de sus centros de certificación, o de los proyectos que ha emprendido para introducir el hidrógeno en la industria cerámica o en los generadores móviles de electricidad.

Por su parte, Carlos Mínguez, de Andersen, analiza en más detalle uno de los retos identificados por Serna y Cossent: la disponibilidad de agua, y en particular, el aprovechamiento de agua regenerada para la producción de hidrógeno. Mínguez advierte de que los planes de cuenca no suelen contemplar demandas asociadas a la producción de hidrógeno, mientras que las dotaciones de agua necesarias requerirán nuevas concesiones o modificaciones de las existentes. Esto puede limitar los proyectos de hidrógeno, algo que el acceso al agua regenerada puede aliviar. El autor indica las cuestiones jurídicas que será necesario abordar próximamente para un aprovechamiento eficiente de esta agua. Entre ellas, pero no solo, el régimen económico-financiero de las aguas regeneradas, el tratamiento de la recirculación de las aguas regeneradas en complejos industriales con varios usuarios-operadores, así como, el régimen de aprovechamiento del agua regenerada con disociación entre productor-usuario. 

Finalmente, Mayte Nonay, de Enagás, presenta el estado de situación actual en el que se encuentra el desarrollo de las infraestructuras de transporte de hidrógeno en España, así como los avances y retos a corto y medio plazo. La autora resalta los proyectos que está abordando Enagás como operador y gestor técnico del sistema gasista español y gestor provisional de la red troncal de hidrógeno española.

jueves, 18 de julio de 2024

La importancia del transporte de larga distancia

 Aquí en el IIT llevamos tiempo insistiendo en la importancia de, a la hora de descarbonizar el transporte, focalizarnos en el transporte de pasajeros de larga distancia, y no tanto en las ciudades (aunque también, claro). De hecho, estamos preparando junto con EsadeEcPol un policy brief sobre este tema.

Pero mientras, y para comprobar que en todas partes están igual, aquí va un artículo recientemente publicado en Nature Energy (que ha encontrado Manu) sobre este modo de transporte en Inglaterra:


Long-distance passenger travel has received rather sparse attention for decarbonization. Here we characterize the long-distance travel pattern in England and explore its importance on carbon emissions from and decarbonization of passenger travel. We find that only 2.7% of a person’s trips are for long distance travel (>50 miles one-way), but they account for 61.3% of the miles and 69.3% of the greenhouse gas (CO2 equivalent) emissions from passenger travel, highlighting its importance for decarbonizing passenger transport. Long-distance travel per person has also been increasing over time, trending in the opposite direction to shorter-distance travel. Flying for leisure and social purposes are the largest contributors to long distance miles and emissions, and these miles are also increasing. Overall, per capita travel emissions have started decreasing slowly from 2007, but are still higher than in 1997. We propose a new metric—emissions reduction sensitivity (% emission reduced/% trips altered)—to understand the efficiency of travel demand related initiatives to reduce greenhouse gas emissions. Long-distance travel—especially flying—can offer orders of magnitude larger emissions reduction sensitivity compared with urban travel, which suggests that a proportionate policy approach is necessary.

miércoles, 17 de julio de 2024

BP Energy Outlook 2024

 Nueva edición del BP Energy Outlook, como siempre con apreciaciones interesantes. La principal es que estamos viviendo una etapa igual a la de otras transiciones: las renovables suman a lo anterior, no sustituyen a los fósiles, que siguen batiendo récords.

- las emisiones siguen aumentando, y si seguimos por la senda actual nos pasaremos de largo de los objetivos, agotando el presupuesto de carbono en los primeros años de los 2040. El Outlook ilustra bien la diferencia entre nuestras aspiraciones y nuestras realidades.

- la demanda de energía sigue aumentando, y las mejoras en eficiencia dejan mucho que desear: la intensidad energética sólo se ha reducido un 1%, mucho menos del 4% prometido en la COP28

- aunque la inversión en exploración de petróleo baja, la producción sigue creciendo.

Para leerlo despacio.

martes, 16 de julio de 2024

Sobre exámenes y calidad docente

 Una de las prácticas docentes que más me han gustado siempre de ICAI es el examen transversal: el examen es el mismo para todos los alumnos, y los profesores lo corrigen por partes, pero cada uno corrige a todos los alumnos. Es, creo, una forma de asegurar que, independientemente del profesor que se haya tenido, la evaluación sea homogénea.

Y, la verdad, me sigue sorprendiendo que en muchos otros sitios se siga con la (en mi opinión, mala) práctica de que cada profesor corrige sólo a su grupo. A veces los profesores se coordinan razonablemente y las consecuencias no son tan relevantes. Pero a veces pasan cosas como la que recientemente he conocido (sucedió el curso pasado) en una asignatura del grado de Biología de la U. Autónoma:





Nótese que los alumnos se distribuyen de forma absolutamente aleatoria en el primer año (por orden alfabético) entre los dos turnos de mañana y tarde. ¿Alguien me puede explicar posibles variables que expliquen estas diferencias tan apabullantes entre las notas obtenidas por un turno y otro? A mí sólo se me ocurre una...

No entro por supuesto en qué evaluación es más correcta, si la del turno de mañana o la del de tarde. Pero lo que sí es cierto es que estas diferencias en la evaluación tienen consecuencias muy serias sobre la posibilidad de obtener becas de estudios, becas de investigación en el futuro, acceso a Másteres...Sería interesante seguir a estos alumnos en el tiempo y ver en qué medida la suerte que hayan tenido en la asignación de turno, y las consecuencias en términos de notas, les lleva a distintos futuros profesionales.

Conclusión: me reafirmo cada vez más en la conveniencia de realizar exámenes y correcciones transversales, que aseguren que tanto el conocimiento adquirido como la evaluación son homogéneos para todos los alumnos.

viernes, 12 de julio de 2024

Un primer análisis del European H2 Bank

 De Brueghel. Interesantes conclusiones:

- Hace falta mucho más H2 para alcanzar los objetivos de 2030 (aunque esto nunca debería ser el objetivo de un programa de este tipo, en mi opinión).

- Parece que los clientes están dispuestos a pagar una parte importante del diferencial de coste con el H2 gris, al menos a la vista de los precios resultantes de la subasta (un 10% del diferencial). Esto permite que el subsidio público necesario sea muy inferior a los 3$/kg de la IRA

- El único "truco" es que estos proyectos financiados no necesitan cumplir con la regla de la adicionalidad, lo que les permite acceder a energía muy barata.

- En todo caso, hay una tensión entre la eficiencia del sistema y el reparto por país (sobre todo cuando las capacidades fiscales son muy distintas). Habrá que ver cómo evoluciona esto.

jueves, 11 de julio de 2024

miércoles, 10 de julio de 2024

Sobre las reducciones de la demanda de gas en Europa

 Interesante análisis sobre cómo se ha comportado la demanda de gas en Europa en los dos últimos años, tanto a nivel agregado como por país (España no está entre los líderes, en parte por la excepción ibérica...). Y sobre cómo, si de verdad Europa quiere ahorrar, debería fijar unos objetivos más ambiciosos. Aunque claro, esto no tiene en cuenta que gran parte de la reducción ha venido por destrucción de la demanda, y que el fijar objetivos más duros podría comprometer la capacidad de recuperar actividad industrial...

martes, 9 de julio de 2024

Los SUV siguen creciendo

Y esto sigue siendo una mala noticia. Porque, incluso aunque sean SUVs eléctricos, siguen consumiendo muchos más materiales y energía que un coche equivalente que dé el mismo servicio con mucho menos peso. Por eso no estoy de acuerdo con algunas de las cosas que se dicen en el artículo (que es cierto que se matizan mejor hacia el final): 

- en primer lugar, la sociedad no demanda por sí misma los SUVs, lo hace convencida (engañada?) por los fabricantes, para los que los SUV dejan mucho más margen y por tanto es casi lo único que quieren producir (todavía recuerdo una charla, que no he sido capaz de encontrar, de Sergio Marchionne en la que dejaba esto muy claro) ¿O es que éramos más desgraciados hace 10 años cuando no demandábamos estos coches?

- en segundo lugar, no creo que los SUV ofrezcan una oportunidad para luchar contra el cambio climático haciéndolos eléctricos. La oportunidad es dejar de hacer tanto SUV, porque no nos hacen falta.

lunes, 8 de julio de 2024

Global Energy Monitor: un repositorio de datos para el análisis de la transición

Me manda Léo este repositorio con mucha información de utilidad: datos sobre fuentes energéticas, infraestructuras, fugas de metano, y también proyectos en los que analizan estos datos.

viernes, 5 de julio de 2024

La responsabilidad individual y el cambio climático

 Álvaro López-Peña me mandó este artículo durante el Camino. Aunque es de las navidades pasadas, no lo había leído, y me resultó muy interesante, porque plantea muchas preguntas necesarias sobre la responsabilidad individual en la lucha contra el cambio climático, sobre el papel de los gobiernos, sobre el activismo climático...el único problema es que no aporta ninguna solución :). Pero desde luego da mucho que pensar. Buen fin de semana.

jueves, 4 de julio de 2024

Bill Gates tiene las soluciones tecnológicas para el cambio climático

 O al menos eso parece, a la vista del listado de empresas en las que invierte Breakthrough: cemento, acero, baterías, fertilizantes, emisiones del ganado, aislamiento de edificios, captura de CO2...

Relacionado: más avances en el reciclado del cemento (y del acero)

miércoles, 3 de julio de 2024

Consejos para publicar en el Energy Journal

También en A Toxa tuvimos una sesión de gran interés en la que participamos muchos editores de revistas académicas de energía y cambio climático, y en la que estuvimos discutiendo sobre cuáles son los retos a los que se enfrentan los investigadores (sobre todo los más jóvenes) a la hora de publicar en revistas de prestigio, y sobre lo que podemos hacer desde las revistas para ayudar.

Esta conversación siguió posteriormente en la conferencia internacional de la IAEE, en la que tuvimos distintas reuniones para ver cómo atraer buenos papers a una revista que siempre ha sido la top en su campo, pero que últimamente ha visto cómo bajaba en los rankings. Así que, además de animar a todos los buenos investigadores que leéis esto a mandar vuestros trabajos a la revista, he preparado un resumen de lo hablado en estos dos congresos, por si ayuda. Perdonad que no haya perdido el tiempo en traducirlo:

Tips for authors:

- First, check if it fits within the scope of the journal:
    - No climate papers that say nothing about energy
    - No energy papers that do not have economic insights
    - No economic papers with little detail for energy
    - Yes to theoretical papers, if addressing energy problems from an economic point of view
- Show clearly the contribution from the start
- Motivate it well: you need to show the relevance of your research, and how it fits into the current context
- Keep it simple: no need to show lots of results, or to cover many topics at the same time. One good idea is enough
- If data based, ensure replicability

martes, 2 de julio de 2024

Décima edición del Atlantic Workshop de A Toxa

Justo al terminar el Camino (casi llegué andando) tuve la enorme suerte de asistir, una vez más, al fantástico Workshop que ha organizado Xavier Labandeira en A Toxa durante los últimos 20 años y que desgraciadamente no se repetirá más: esta fue la décima y última edición.

Suerte no sólo por disfrutar del entorno y del encuentro con buenos amigos y grandes académicos, sino por poder escuchar el trabajo de gran calidad que están haciendo muchos de ellos. A continuación un resumen de lo que más me llamó la atención de distintas sesiones:

Matthieu Glachant nos presentó su última investigación sobre certificados blancos, en la cual encuentra que sólo se ahorra un 40% de lo esperado (y por lo tanto se sobreestiman mucho los ahorros previstos). Muy relevante para esos certificados blancos que se han implantado recientemente en España. También encuentra que el coste por t de CO2 ahorrada es muy alto, cercano a los 300 euros.

Ken Gillingham, por su parte, presentó un trabajo en el que analiza el impacto de los aranceles a la fotovoltaica china sobre la industria estadounidense. Sus conclusiones son que estos aranceles lo que hacen es relocalizar la producción de paneles a otros países por parte de las multinacionales chinas, pero no aumentan la producción de células solares en EEUU (sólo aumenta el montaje de paneles). Encuentra que estos aranceles reducen el bienestar, y que sería mejor utilizar subsidios a la producción doméstica.

Simon Dietz en su presentación nos mostró lo beneficiosa que es la reducción de emisiones de metano, incluso bajo un supuesto de altos costes de reducción. Esta reducción de emisiones es particularmente
Bento: why do inefficient policies persist?

Antonio Bento nos explicó por qué no hay manera de librarse de las políticas ineficientes (como los topes al precio de la electricidad).

Robert Metcalfe nos planteó una nueva forma de medir el impacto sobre el bienestar de las políticas climáticas. En lugar de utilizar el coste por tonelada de CO2 evitada, propone utilizar el valor marginal de los fondos públicos. Próximamente se publicará el informe en el que detalla la metodología, así que habrá que estar atentos.

Matti Liski presentó un mecanismo de control de precios de la electricidad que proporciona un racionamiento eficiente. Interesante en caso de emergencias, aunque a comparar con otras posibilidades como la contratación a largo plazo con opciones de fiabilidad o de accesibilidad...

Y por último, Juan Pablo Montero nos habló sobre cómo las zonas de bajas emisiones interaccionan con las tecnologías de transición (como los vehículos híbridos). Muchas cuestiones interesantes también, como por ejemplo cómo estas zonas pueden no reducir las emisiones de CO2.

Todo esto, sumado a muchas más ideas interesantes que ya no me caben. En fin, echaremos de menos este Workshop que ha marcado una época en este campo.

lunes, 1 de julio de 2024

Las trampas de algunas energéticas

Y algo más de un mes después, vuelta al blog, comenzando con un suceso desagradable que me ocurrió comenzando el camino: las trampas y engaños de algunas compañías energéticas en su estrategia de venta telefónica.

Digo energéticas porque son las que más sufro con llamadas a mi móvil, contándome que son "mi asesoría energética" o "la compañía de la luz"...pero en este caso, la que me ha hecho trampas ha sido Podo, que ha sido la que ha llamado a mi padre, un señor de 87 años con muy mal oído y una cabeza algo menos lúcida que la que siempre tuvo, y le ha convencido para dar de baja un estupendo contrato de electricidad que le había gestionado yo, y que ya no está disponible, a cambio de un "20% de ahorro" sobre esta tarifa de referencia carísima que todas fijan para luego venderte un descuento espectacular.

En fin, una vergüenza y una total falta de ética, que seguro que no computa para esos maravillosos rankings ESG en los que aparecen, incluso liderando, algunas de ellas. Por que sí, estamos en un mercado libre y las empresas tienen derecho a intentar vendernos sus productos, incluso aunque nos dejen sin siesta (ya se sabe que a esa hora la gente pica más) y nos mareen sin cesar. Pero a lo que no tienen ningún derecho, en mi opinión, es a llamar como hacen con prioridad a nuestros mayores, que muchas veces ni oyen, ni entienden, ni saben lo que les están vendiendo. Eso no es mercado, eso es engaño y ventajismo. Como han hecho con mi padre, y como seguirán haciendo mientras este canal no esté bien regulado.

Lo que me sorprende es que, incluso con estas prácticas, no consigan más que un 14% de cambio. Si quitamos a los que cambian engañados, ¿en cuánto queda la tasa de cambio real?¿Seguro que vale la pena esta posibilidad de competencia? Si vale la pena, ¿no habrá que regularla mejor?