Aparentemente, el abono mensual para el tren en Alemania ha conseguido reducir los viajes en coche (un 7,6%), aunque también ha aumentado los desplazamientos en tren un 30%. El efecto final estimado es una reducción de emisiones del 4,7%.
Hay que mirar bien en detalle los números y el análisis, porque hacerlo bien es complicado por la cantidad de variables a controlar. Los investigadores usan un control sintético, algo que si está bien hecho funciona bien, pero que en las gráficas muestra desviaciones similares a las que se ven en el período analizado. Además, me sorprende que durante la huelga de trenes también bajara el tráfico de coches...Lo dicho, habrá que mirarlo despacio.
En todo caso, sí creo que un abono mensual bien diseñado, al facilitar el uso del tren, puede contribuir al cambio modal. Y quizá el efecto precio no sea tan grave como predicen los investigadores, porque el precio no es el principal driver de este cambio.