El GPT-3 puesto al servicio de los investigadores. El mensaje de bienvenida:
|
Aún no lo he probado, pero Colin Camerer dice que es estupendo...
El GPT-3 puesto al servicio de los investigadores. El mensaje de bienvenida:
|
Aún no lo he probado, pero Colin Camerer dice que es estupendo...
Los estadounidenses llevan tiempo presionando para lograr que la Unión Europea, dentro de su mecanismo de ajuste en frontera, reconozca los precios implícitos del CO2, esto es, los costes de reducción de CO2 derivados de regulaciones distintas de un precio explícito al CO2 que ellos no tienen (salvo en algunos estados como California). En este artículo, Dominioni y Esty defienden que el precio implícito es mejor, porque promueve la implantación de políticas más amplias, adicionales al precio al CO2 (y que también hacen falta). El argumento por supuesto es perfectamente válido...siempre que sean políticas adicionales. Porque si lo único que hacemos es reconocer medidas ya implantadas y no necesariamente efectivas (como un impuesto a los hidrocarburos)...
Many developing countries routinely have fuel taxes in place, cut fossil-fuel subsidies, and take other actions that translate into GHG prices – for which they should be given credit....entonces no vamos bien, porque lo único que hacemos es devaluar el mecanismo.
Mi entrada de hoy en el blog de Economics.
Tim Harford, sobre el interés de los juegos (él es un gran aficionado) para ayudarnos a predecir el futuro. Juntando juegos de rol, Tom Schelling, y su gracia habitual. Qué más queremos?
En la última subasta han salido precios negativos. Sorprendente, ¿no? No si se suman las rentas del acceso, como bien explica Ana Barillas.
Siempre es divertido leer a Feynman. Aunque he de decir que, si tengo que recomendar un libro suyo, recomendaría su biografía. Este que reseño ahora tiene algunas cosas buenísimas, pero también repeticiones de ideas a lo largo de las distintas partes. Y también repite algunos elementos de la biografía.
En todo caso, es divertido de leer, porque Feynman era divertido. Y muchos trozos valen la pena, porque revelan por qué Feynman fue tan gran científico: porque no le daba miedo tener dudas, más bien lo consideraba un atributo necesario para ser un buen investigador; porque ponía la honestidad por encima de todo; porque cuestionaba la autoridad y la jerarquía siempre que hiciera falta; y porque lo hacía por diversión, no por lograr galardones. Feynman pudo acertar o no en sus teorías, pero eso no es lo importante. Para mí él no es una referencia por sus resultados, sino por cómo se aproximaba a la investigación. Quizá por esto me ha gustado en particular su reflexión sobre ciencia y religión, de las más sensatas que he visto. Abajo pongo las citas que más me han gustado, pero creo que la que resume todo el libro es justo la que va en el último párrafo, creo que es una buena forma de terminar la reseña, porque fiel a su espíritu inquisitivo, la conclusión del libro es justo una pregunta.
Western civilization, it seems to me, stands by two great heritages. One is the scientific spirit of adventure - the adventure into the unknown, an unknown which must be recognized as being unknown in order to be explored; the demand that the unanswerable mysteries of the universe remain unanswered; the attitude that all is uncertain; to summarize it - the humility of the intellect. The other great heritage is Christian ethics - the basis of action on love, the brotherhood of all men, the value of the individual - the humility of the spirit.
These two heritages are logically, thoroughly consistent. But logic is not all; one needs one's heart to follow an idea. So far, have we not drawn strength and comfort to maintain the one or the other of these consistent heritages in a way which attacks the values of the other? Is this unavoidable? How can we draw inspiration to support these two pillars of Western civilization so that they may stand together in full vigor, mutually unafraid? Is that not the central problem of our time?
Religion has many aspects....First, for example, it answers questions about what things are, where they come from, what man is, what God is...Let me call this the metaphysical aspect of religion. It also tells us another thing - how to behave...It gives answers to moral questions; it gives a moral and ethical code. Let me call this the ethical aspect of religion. ..And it is necessary that religion give strength and comfort and the inspiration to follow these moral views. This is the inspirational aspect of religion. It gives inspiration not only for moral conduct - it gives inspiration for the arts and for all kinds of great thoughts and actions as well.
These three aspects of religion are interconnected, and it is generally felt, in view of this close integration of ideas, that to attack one feature of the system is to attack the whole structure.
The difficulty is this: that science occasionally conflicts with the first of the three categories.
As a mater of fact, the conflict is doubly difficult in this metaphysical region. Firstly, the facts may be in conflict, but even if the facts were not in conflict, the attitude is different. The spirit of uncertainty in science is an attitude toward the metaphysical questions that is quite different from the certainty and faith that is demanded in religion.
In my opinion, it is not possible for religion to find a set of metaphysical ideas which will be guaranteed not to get into conflicts with an ever-advancing and always-changing science which is going into an unknown.
On the other hand, I don't believe that a real conflict with science will arise in the ethical aspect, because I believe that moral questions are outside of the scientific realm [no tan claro para la bioética]
I claim that whether you want something to happen or not - what value there is in the result, and how you judge the value of the result, must lie outside of science because it is not a question that you can answer only by knowing what happens; you still have to judge what happens - in a moral way.
The source of inspiration today - for strength and comfort - in any religion is very closely knit with the metaphysical aspect. Emotional ties to the moral code begin to be severely weakened when doubt, even a small amount of doubt, is expressed as to the existence of God; so when the belief in God becomes uncertain, this particular method of obtaining inspiration fails.
I don't know the answer to this central problem - the problem of maintaining the real value of religion, as a source of strength and courage to most men, while, at the same time, not requiring an absolute faith in the metaphysical aspects.
Western civilization, it seems to me, stands by two great heritages. One is the scientific spirit of adventure - the adventure into the unknown, an unknown which must be recognized as being unknown in order to be explored; the demand that the unanswerable mysteries of the universe remain unanswered; the attitude that all is uncertain; to summarize it - the humility of the intellect. The other great heritage is Christian ethics - the basis of action on love, the brotherhood of all men, the value of the individual - the humility of the spirit.
These two heritages are logically, thoroughly consistent. But logic is not all; one needs one's heart to follow an idea. So far, have we not drawn strength and comfort to maintain the one or the other of these consistent heritages in a way which attacks the values of the other? Is this unavoidable? How can we draw inspiration to support these two pillars of Western civilization so that they may stand together in full vigor, mutually unafraid? Is that not the central problem of our time?
Curioso artículo que investiga las habilidades demandadas en las ofertas para doctorandos. Se puede además particularizar la búsqueda para distintos países, entre otros, España, y también por disciplinas. Su conclusión además es que muchas de las habilidades demandadas (comunicación, habilidades digitales...) también son las requeridas para una carrera profesional no académica. Vamos, que los doctorandos deberían poderse colocar bien...si el mercado laboral español no fuera tan estúpidamente rígido, como bien saben muchos doctores, o muchas madres que desean reincorporarse el mercado laboral...
Dos grupos de investigadores defienden la conveniencia de imponer tarifas a la importación de gas ruso, como alternativa a los racionamientos. A mí la verdad es que sus argumentos me parecen muy sólidos, y por lo tanto la pregunta es por qué no se está haciendo ya...
Nótese en todo caso que estos argumentos son válidos sólo para el gas, por las características de la relación entre Rusia y Europa para este combustible. El petróleo es otro cantar: podríamos también imponer una tarifa al petróleo ruso, pero ahí seguramente, dadas las características del mercado petrolífero, simplemente estaríamos sustituyendo un mercado por otro: nosotros importaríamos otro petróleo, y el ruso se colocaría en otro mercado.
El otro día escuché una interesantísima charla de Edmond Awad en Comillas, contando los resultados de su investigación en Moral Machine: cómo cree la gente que deberían comportarse los vehículos autónomos, a partir de su evaluación de situaciones similares a las del dilema del tranvía. Con interesantes y controvertidas también derivadas en términos de ética pública. Apasionante.
Decía el otro día (en las notas finales) que la conversación entre Russ Roberts y Pano Kanelos también era muy, muy interesante. Para mí, el mejor trozo es el final, en el que Kanelos cuenta el plan de estudios de la nueva universidad de Austin (sobre la que ya blogueé hace unos meses). Su objetivo es formar "thoughtful doers", y para ello:
- Dedican los dos primeros años a estudiar las cuestiones fundamentales de las humanidades, ciencias sociales y naturales;
- Después, eligen un proyecto (Polaris project) que les motive: componer una sinfonía, desarrollar un nuevo sistema antiviral, etc.
- Y dedican los dos últimos años de su formación a trabajar en este proyecto en alguno de los centros interdisciplinares de la universidad (por supuesto, no hay departamentos), tomando las clases que necesiten para su proyecto.
Me parece absolutamente brillante. Habrá tortas para entrar. Ya podríamos aprender algo de esto, si nos dejara la ANECA, claro...
Aunque nuestro último día de trabajo es mañana, me adelanto con una recomendación de Cal Newport para estas vacaciones. No sólo para descansar de verdad, sino para estimular nuestro intelecto y ponerlo al servicio de lo importante (que no es Twitter, ni Insta, ni TikTok). Que paséis buenas vacaciones, cortas o largas según os toque.
El pasado viernes celebramos en Comillas el doctorado honoris causa de Nuccio Ordine, uno de los principales intelectuales europeos. Un gusto disfrutar de su brillantez mental y dialéctica. Aunque he de decir que su discurso sobre el carácter y la misión de la universidad, siendo brillante como digo (estupendamente glosado aquí por Borja Hermoso), me pareció algo maniqueo. La idea de la universidad que plantea Ordine, seguramente alineada con uno de sus libros más conocidos "La utilidad de lo inútil", es básicamente la de la universidad renacentista, también defendida por Newman. Una universidad que sirve para culturizar, para estimular el pensamiento crítico, y en la que la empresa o la formación práctica no tiene sitio. Una universidad en la que los profesores tienen tiempo suficiente para investigar en los temas importantes, y no se sienten agobiados por el "publish or perish" y los rankings. Por supuesto, entiendo la reacción de Ordine como respuesta a la excesiva mercantilización y esclavitud a los rankings que sufrimos en la universidad actual. Yo soy el primero al que le gustaría vivir en esa universidad que nos propone Ordine, en la que ocuparíamos nuestro tiempo en tener discusiones elevadas con los alumnos y con los colegas. De todas las que he visitado, quizá Oxford y Cambridge sean las que mejor mantienen esta filosofía, aunque seguro que a Ordine le parecerían excesivamente contaminadas. Pero creo que esa idea de universidad se sostiene en un par de supuestos muy fuertes:
- Primero, el tipo de alumno que vendría a esa universidad, y su estructura, implica una vuelta a la universidad elitista del pasado, no necesariamente en términos económicos, pero sí en términos intelectuales. Habría que pensar qué hacer con los alumnos no aptos para este sistema, pero que siguen necesitando formación para el mundo laboral. Porque, sí, es cierto que la formación práctica no es necesariamente imprescindible para desarrollar una gran carrera. No hay más que ver a los alumnos de Harvard o Yale que escogen como major el inglés. O los estudiantes de Oxford o Cambridge que escogen Clásicas. Todos ellos se colocan estupendamente en bancos de inversión o similares (seguro que Caplan explicaría que esta elección realmente es una forma de signaling, elijo esto precisamente para demostrar que soy inteligente y no me hace falta otra cosa...). Pero, ¿y los alumnos menos brillantes, los que no van a los bancos de inversión? ¿También ellos se formarían en estas universidades?¿Haría falta crear otros centros más aplicados?¿Se podría permitir el sistema financiar estas universidades sólo para las élites? Recordemos aquí que aunque como decía antes la élite no necesariamente es económica, las élites económicas preparan mucho mejor a sus vástagos, que llegan con ventaja intelectual.
- Segundo, una universidad como la que propone Ordine se sostiene sólo sobre profesores de gran valía intelectual, que no necesitan demostrar a nadie nada. Y, en parte por ello, tienen un prestigio que no requiere de rankings para acreditarse. Pero, ¿qué pasa si no somos Harvard, o si nuestro claustro de profesores no es tan excelente?¿Cómo animamos a los profesores que tenemos hacia la excelencia, cómo logramos ese prestigio que creemos que merecemos?¿Cómo escogen los alumnos entre la abundante oferta? Cuidado, que con esto no quiero decir que los rankings actuales sean buenos, ni que el foco excesivo en la investigación y no en la docencia sea deseable. Claramente hay que arreglarlos. Pero, como bien decía el propio Ordine, hay que evaluar. Bien, con visión de largo plazo, midiendo lo que realmente importa. Pero hay que evaluar. Y si la respuesta de algunos a un discurso como el de Ordine es que hay que tirar a la basura los rankings y cualquier evaluación externa, mal vamos.
PS: Me daba un poco de pereza andar buscando enlaces a cosas que he escrito antes sobre muchos de estos temas, tratando de forma más amplia muchos de los argumentos que utilizo. Los interesados pueden repasarlo aquí.
PS2: Y, muy relacionado con este tema, esta estupenda (aunque también discutible) conversación acerca de la educación liberal estadounidense, que además creo que confirma alguno de los puntos que hacía arriba. Que deja al menos una cita estupenda: "El objetivo de la educación no es adquirir conocimiento, sino sabiduría"
100% realista, 0% woke. No me extraña que, como reconoce Pindyck, mucha gente se cabree al leer su libro, porque desde luego va en contra del discurso bonito oficial. Aunque a mí, la verdad, ese discurso ya me tiene bastante cansado...
Interesantísimo estudio con muchas derivadas. Un resumen breve (mío):
- Madrid Central redujo el tráfico en el interior de la zona, pero esta reducción se ve más que compensada por el efecto desplazamiento del tráfico al exterior de la zona regulada. Consecuencia: más emisiones de CO2 en Madrid.
- Hay un efecto de sustitución de los vehículos que puede explicar la recuperación del tráfico a lo largo del tiempo. Esto puede suponer menores emisiones de contaminantes atmosféricos (medidas por las etiquetas que dan acceso a la zona, y siempre que no haya muchos PHEVs funcionando en modo no eléctrico), pero no necesariamente reducciones en las emisiones de CO2 (no medidas por las etiquetas).
- Conclusión: las ZBE pueden reducir el tráfico y la contaminación en las zonas reguladas, pero no en el resto. Claramente habría que ampliarlas.
- Todo este análisis ha sido posible gracias a unos estupendos datos abiertos del Ayuntamiento de Madrid, algo no muy habitual en España, y que ojalá se replique más.