Tremendamente actual, y merecido en mi opinión, el premio de este año a Mokyr, Aghion y Howitt. Y es que la innovación es clave para poder mantener nuestro bienestar sin comprometer los límites del planeta, y también para diseñar nuevos sistemas sociales más justos. Así que es esencial entender cómo funciona para poder promoverla. Los premiados (en especial Aghion, al que ya he citado muchas veces en el blog) además nos demuestran que la innovación sólo se produce en determinados contextos: ni mucha competencia, ni mucho monopolio (estatal o privado). Esta es para mí el elemento fundamental que puede permitirnos escapar de esos futuros más pesimistas que plantean Javi Revuelta o Antonio Turiel.
NOTA: Andrew Gelman nos recuerda que algunos resultados de Aghion et al no están tan claros...aunque creo que no cambian esencialmente la narrativa. De hecho, cuando Gelman replica el análisis sigue encontrando la relación en U, y entonces se pasa a criticar los datos (que es cierto que son cuestionables, como ya hemos dicho aquí muchas veces, usar patentes para medir innovación es muy discutible).
NOTA: Interesante comentario abajo de Ender.
Perdona, Pedro, aún no he leído el enlace, pero me ha llamado la anteción el párrafo; "sin mucho ni poco monopolio, ni estatal ni privado". ¿Cómo aplicaría al caso de China? Creo que innova bastante, e imagino que con mucho monopolio estatal...
ResponderEliminarBuena pregunta, sí...Lo primero sería definir qué es China :) Mucha de la innovación que se produce allí se debe a la intensa competencia de las compañías "privadas", no tanto del monopolio estatal...el caso de los coches es un buen ejemplo. Otra cosa es que el estado haya ayudado a desarrollar el marco y la demanda...Parece un buen ejemplo de punto intermedio entre monopolio y competencia, estado y privado...
ResponderEliminar