Aeropuertos, instalaciones olímpicas...y ahora, también,
desaladoras. En este caso además, es interesante leer los problemas que hay con la UE respecto a la reforma de los mercados y la regulación del agua, que parece que sigue estando muy subvencionada y por tanto sin enviar las señales correctas de precio a los consumidores. Por tanto, parece que son dos los errores: uno, seguir manteniendo un sistema sin señales de eficiencia, y dos, sobreinvertir. Y lo malo es que, como siempre, estos errores los pagamos los contribuyentes, no quien toma las decisiones...
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