Interesante
reflexión sobre este aluvión de libros acerca de la falta de racionalidad de nuestras decisiones, y de cómo al valorarlos tenemos que tener cuidado de no caer en los mismos sesgos contra los que nos previenen. Curiosamente, este pensamiento me
surgió a mi también leyendo el libro de Ariely, aunque no el de Kahneman, que creo que es menos vendemotos que el primero. En todo caso, por si alguien necesita que le recuerden los pasos para tratar de mantener la racionalidad/honestidad intelectual, aquí van los
consejos de KnowledgeProblem.
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