Hace unos días hablaba del
negocio de las editoriales académicas. Otra de las formas de romper con este cautiverio es que todas las grandes universidades (donde al fin y al cabo están los que más publican) obliguen a sus profesores a publicar en abierto. Algo así ya hizo
MIT, y ahora es
Princeton. Como bien se dice, sigue habiendo huecos para escaparse, pero todo es empezar. Y, por si tenéis curiosidad por ver un repositorio institucional chulo, aquí está el de
Berkeley.
No hay comentarios:
Publicar un comentario