Se va recrudeciendo la batalla en la industria, frente a la entrada en vigor del CBAM, a la revisión de esta normativa y también del ETS (y por tanto de algo esencial, la asignación gratuita). Un tema muy complejo y con muchas implicaciones, pero que por otra parte es la clave de la descarbonización de la industria en Europa: sin una señal fuerte de precio, y sin protección efectiva en frontera, será difícil que avancemos en la descarbonización de un sector que supone el 20% de nuestras emisiones, pero también muchos de nuestros empleos, y que es clave para la competitividad en Europa.
Lo que pasa es que combinar todas estas cosas no es sencillo. Como ya he mencionado alguna vez, un grupo de instituciones europeas llevamos tiempo trabajando en ello, y justo estos días estamos entrevistando a agentes implicados y tratando de entender mejor las distintas perspectivas (muy diferentes, he de decir) que existen sobre el tema, para ver la posibilidad de armonizarlas e incorporarlas a esas reformas que se vienen.